viernes, 23 de diciembre de 2011

Navidad como en The Fabulous Baker Boys


En la película The Fabulous Baker Boys (1989), Jeff Bridges interpreta a un pianista quien junto a su hermano forman un dúo musical desde jóvenes, pero años después pasan de moda y terminan presentándose en bares o clubes nocturnos por migajas. El personaje de Bridges es un prodigio del piano, pero vive en un apartamento antiguo y descuidado. Pareciera que no le importa que el mundo se caiga a pedazos, ni el suyo.

Existe una escena en el filme en la que este personaje visita en la noche del 24 de diciembre (Christmass Eve dicen los gringos) a su perro a una veterinaria donde lo acababan de operar y pasaría Noche Buena. Eddy, el perro, es un labrador negro, viejo y enfermo. Como le prohíben entrar a verlo, lo saca del hospital a la fuerza y se lo lleva cargado a su apartamento.

En la sala oscura y solitaria de ese lugar lo espera una niña quien es su amiga, en lo que cabe de la palabra. Esta pequeña alma solitaria y desafiante por el aburrimiento llega al apartamento cuando su madre tiene alguna cita con un nuevo amante. Ella entra por la ventana, nunca por la puerta. Con Bridges platican como si fueran dos adultos, tristes, cansados, apagados.

La escena termina con ambos sentados en el sofá tomando un vaso de eggnog, él adereza el suyo con whisky. Y Eddy se la pasa acostado en el sillón adormilado por el aún activo efecto de la anestesia. No hay arbolitos de navidad, regalos, abrazos, besos o risas. Son solo tres almas dejando pasar Noche Buena, sin interponerse en su camino, como si se tratara de cualquier día. Lo logran sin mucho esfuerzo.

Escribo sobre esto porque hay Navidades en las que me siento como el personaje de Bridges. También algunas como la niña. Y otras, claro, como el chucho.

Feliz Navidad.

lunes, 19 de diciembre de 2011

El camino de The Black Keys


Luego de los minimalistas y bañados en blues Magic Potion (2006) y
Attack & Release (2008), y el tenue Brothers (2010), el dúo The Black Keys lanza El camino (2011), basándose en su escencia rocanrolera y divertida, acercándose más a las propuestas de The Clash y ZZ Top. A este estilo los gringos le llaman cock-rock, confío en su diagnóstico.

En El camino hay menos blues y melodía, pero más rocanrol y ritmos con beats que recuerdan a las mejores bandas de pop ochentero. El sonido basado en el baterista Patrick Carney y el vocalista / guitarrista Dan Auerbach ha quedado en el pasado. Ahora suenan como una banda con más guitarras, un bajo, teclados, sintetizadores, coristas e inclusive aplausos.

Las movidas Money maker y Run right back obligan a moverse a cualquier cuerpo petrificado por falta de habilidad en el baile, como el mío. También lo hace Lonely boy, primer sencillo promocional del disco y el cual es tan contagioso que me atrevo a pronosticar será uno de los jingles y ringtones más escuchados de final de 2011 (su videoclip es fantástico).

Y la calidad de las letras no se queda atrás. En este nuevo disco son más directas y siguen la línea de anteriores obras, invocando temas de amores imposibles, tristeza y soledad; siempre con un toque honesto y en ocasiones sarcástico. “I should've seen it glow / but everybody knows / that a broken heart is blind”, dice la acústica y melancólica Little black submarines, y “why'd it take you so long? / every time I hear the whistle blow / I'm down below, your pawn”, canta la codependiente Dead and gone, antes de pasar a un reconfortante “nah nah, nah nah nah, nah nah (Whoa oh oh)”.

El camino, un disco chingón, rocanrolero, danzable y cocky. Recomendable.







lunes, 12 de diciembre de 2011

Paranoia Chapina – La caminata de los infectados


Saber que existe una cura fue impactante, pero analizar y darse cuenta de que no sabíamos cuál era fue devastador. Aceptamos nuestra infección de Paranoia Chapina dentro de un bus urbano, el cual nos llevó desde un sector de clase socioeconómica alta de San José, Costa Rica, hasta un parque público precioso. Resultó suficiente un viaje de 15 minutos tomándonos fotografías adentro del bus como si estuviéramos en Disneylandia y sin miedo a que cualquier imbécil nos amenazara con cortarnos las tripas si no le entregábamos nuestra billetera y celular, tal y como la Paranoia Chapina lo indica. Fue un viaje ameno y divertido, para cualquier infectado lo hubiese sido.

La prueba real llegó al siguiente día. Debíamos caminar 3 kilómetros para llegar al mall más cercano antes de viajar de regreso a Guatemala. Así que guardamos con cuidado nuestro dinero y dejamos escondido un poco en el apartamento, porque la Paranoia Chapina dice que los asaltantes callejeros si quieren te piden hasta el calzoncillo sucio, y quienes limpian apartamentos a veces terminan “accidentalmente” con el dinero del cliente en sus bolsillos.

Al salir y con la mente despejada, vimos las tiendas y negocios sin rejas o el clásico guardia de seguridad. Era algo extraño para nosotros los infectados, ya que la Paranoia Chapina narra que todos los negocios cuentan con rejas, razor ribbon, y un guardia chaparrito, maleducado y con escopeta en mano para pegarte un tiro si tienes cara sospechosa.

Caminamos. Nuestra primera prueba fue un carro. La Paranoia Chapina es muy puntual al decir que “peatón que cree que lleva la vía, será un peatón atropellado”, así que dejamos pasar a los vehículos sin importar que en Costa Rica sí se respeta al peatón. La segunda prueba contó con la ayuda de un grupo de guardaespaldas carcajeándose en una esquina. Nos cruzamos a la acera de enfrente para no pasar cerca de ellos, porque la Paranoia Chapina explica perfectamente que un guardaespaldas, e inclusive cualquier guardia de seguridad como antes lo había mencionado, puede atraversarte una bala en la cabeza si se le ronca la gana.

Luego un lindo perrito de casa nos ladró. Saltamos. La Paranoia Chapina instruye en que perro que ladra también te muerde, te corre y arrancará un pedazo de pierna si te alcanza. El chucho al final solo ladró, pero algo despertó adentro de nosotros. Como si burbujeara un químico en la sangre, en el cerebro, al final en todo el cuerpo. “No me asustés chucho, no sabés en lo que me puedo convertir”, murmuró un compañero infectado, y le aprobé su preocupación.

Faltaba solamente un kilómetro para arribar a nuestro destino cuando se parqueó una camioneta con vidrios polarizados. La Paranoia Chapina declara que si un carro con vidrios polarizados te intercepta, es porque te dará una paliza sin remordimiento y despertarás con VIH positivo y sin un riñón. No había de qué preocuparse, era una señora bajando del carro a su hija. La niña era linda, pero el daño estaba consumado. Estábamos nuevamente paranoicos, ansiosos y cansados de la caminata. La mirada diferente, el tono de voz cambiado. Las bromas se bañaban de más sarcasmo para ignorar el miedo. Estábamos al borde, listos para reventar y agarrarnos a pijazos con quien fuera necesario para llegar a salvo a ese bendito mall. La infección de Paranoia Chapina se activó.

Al llegar al mall nos sentimos seguros, aunque no por mucho tiempo. Recordamos enseñanzas de la Paranoia Chapina, las cuales detallan que en centros comerciales los policías y narcos se reparten plomazos por maletas con mucho dinero adentro. Nos confortamos al invocar el conocimiento de que en Costa Rica no hay narcos, o no tantos, así que adentro del mall nos preparamos para disfrutar un par de horas de entretenimiento comercial y banal.

La caminata de regreso, esa se las cuento otro día.

Foto de Mauku.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Paranoia Chapina – no hablen mal de Guatemala


“Ya es suficiente. De ahora en adelante solo quiero escuchar cosas positivas de Guatemala. Desde que vinieron solo cosas negativas han dicho”, dijo de manera imperativa el amigo guatemalteco que lleva 11 meses de vivir en Costa Rica y quien nos llevaba en su carro hacia San José, Costa Rica.

Quedé callado por un momento. El amigo del asiento de atrás murmuró algo acerca de que cada vez construyen más y de mejor manera centros comerciales. El otro amigo de atrás venía durmiendo, y si se hizo el dormido yo le doy un premio a su inteligencia. Yo balbuceé algo que ya ni recuerdo, seguramente fue una gran estupidez, no lo dudo.

Habíamos pasado dos días enteros del viaje quejándonos de las extorsiones, la violencia, los asaltos, los narcos, los mafiosos diputados, carreteras hechas caca, gobierno mafioso y la falta de educación. En sí, diagramamos los antecedentes de la Paranoia Chapina, la cual explicaré en otro momento.

Después de mi balbuceo, el silencio se apoderó del interior del carro por unos minutos, hasta que sonó en el iPod una canción de Foreigner. “Esa es buena, oí vos”, me dijo el amigo de atrás, y se armó la discusión de que si el rock ochentero es mejor que el noventero. No volvimos a hablar mal de Guatemala, solo la pensamos y vivimos.

Foto: Mauku.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Pearl Jam en Costa Rica - y el fino taladro de nostalgia


Suena el estridente sonido de Go y todos nos volvemos locos. El ritual comienza. Pearl Jam toca tierras centroamericanas después de 20 años de existencia (e ingenua espera). Somos parte de la gira PJ20. Siguen Animal y Corduroy (gracias). Luego una de las más esperadas por mi: Unthought known, para cantarnos “See the path cut by the moon, for you to walk on,... See the waves on distant shores, awaiting your arrival”. La punqueta Comatose se convierte en la única representante del discazo del aguacate, misma que deja el paso libre para los himnos Elderly woman behind the counter in a small town, Given to fly y The Fixer, así los más de 30 mil fans tenemos la oportunidad de cantar o gritar las rolas. Los ticos son un público cantor, más que mosheador o porrista. Elderly woman la canto con Mauricio, como lo hacíamos en 1,993 en su casa, en el carro, en todos lados. Parece como si un fino taladro de nostalgia se introduce en mí.

Surge la primera sorpresa, la total grungera Deep, y McCready intenta dejarnos sordos con su guitarra. Le sigue Jeremy para deleite de todos quienes cantamos a la par de Eddie, porque esa nos la sabemos, tenemos dos décadas de estarla cantando, preparándonos para este momento, con todo y los gritos finales. Segunda sorpresa: Supersonic, esa alocada y atractiva rola del Backspacer. Llega el turno de Evenflow y Mcready nos deleita con un solo exquisito, ideal para acompañarlo con un cigarrito, pero no fumo, igual que casi todos los ticos, pero en ese momento hubiera matado por uno. Todo el grupo prendido, hasta Stone salta y se mueve. El taladro no se detiene.

Tercera sorpresa: You are, distorsionada composición del bataco Matt Cameron en Riot Act, suena caval y es la única rola en la cual todo el Estado Nacional queda en silencio, no se la saben, pobres ellos. Y el primer set termina con obras patrimonio cultural de fanclub de PJ: Daughter, Why go y Rearviewmirror. Respiramos un poco, el taladro sigue su camino.

El primer encore abre con la bendita Just breathe, y va el primer lagrimón. “Tengo tres semanas de no tomar de la mano a mi pareja, y me doy cuenta de la importancia de tomarla de la mano”, dice Eddie, o algo así, y sus palabras me llegan, unos días sin tomar a mi novia de la mano ya me pega, es verdad. Sigue la emotiva Oceans y la desequilibrada Do the evolution, durante esta última un ingenioso rebelde en el público prende una bengala y un grupo de mosheadores bailan y saltan a su alrededor, como una ceremonia tribal, primitiva, lo más bajo de la emoción, del ser. Bello. Sí, evoluciona nena, no nos queda otra.

Termina este nuevo set con las clásicas State of love and trust, Black y Better man. Durante Black hubiera salido a relucir el segundo lagrimón, pero el monstruoso solo final de McCready me deja estático. Ya ni el “turururú turu rurú” canté.

El segundo y último encore, ese que deja noqueado a cualquier mortal de playera negra, arranca con Last Kiss. Y por si el concierto no fuera lo más intenso imaginable, tocan Mother, esa canción cortavenas de Pink Floyd acerca de codependencia y las barreras de la felicidad. “She won´t let you fly but she might let you sing”, cantamos todos juntos, una celebración del rocanrol, de la vida, el amor, la lucha, las caídas y la vista hacia el cielo.

Para dejarnos afónicos suena Once y Alive. Estamos vivos, más vivos que nunca, a veces la vida vale la pena. Así cantamos con Allan, “we are still alive”, así lo creemos. Y un pequeño mosh en Keep on rocking in the free world no mata a nadie, por lo menos eso deseo cuando mi cuerpo choca con el resto de fanáticos disfrutando la catársis.

Y la balada hendrixeana Yellow Ledbetter clausura la ceremonia. Pearl Jam, amigos, sueños, debacles y calambres en las piernas. El taladro pegó profundo. “Got fuel to burn, got roads to drive”.











Fotos de Mauku y LuisMa.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Pearl Jam es…


Mauricio neceándome que escuchara el TEN (1991) / con Julio pasar una tarde entera escuchando Black durante una de las lluvias más fuertes de ese año / el asombro de la belleza del videoclip de Jeremy / decidir con Mauricio quién grabaría el MTV Unplugged, y al final ambos lo hicimos / las tardes en que pasaba viendo la vitrina de Rock Shop y el casete de Vs (1992) brillaba como joya perdida, y yo sin un centavo para comprarlo / correr a la casa de Mauricio a que me grabara Vs en un casete viejo / verlos tocar la histórica Keep on rocking in the free World con Neil Young en los MTV Awards de 1993 / escribir en mi cuaderno de matemáticas "hearts and thougths they fade away" / comprar con mis ahorros Vitalogy (1994) y pasar todas mis vacaciones leyendo y analizando el librito / saber desde la primera vez que la escuchaba, que Corduroy sería mi canción favorita de ellos / realizarme cuando Yellow ledbetter llegó a la primera posición de las canciones más pedidas en Metrostereo / verlos en vivo ganar su primer Grammy y cómo Eddie Vedder lo mandó al carajo / descifrar la letra de Lukin / escuchar In my tree en el equipo de sonido nuevo del papá de Julio, con todo el bajo encendido / la madrugada de un domingo esperando la repetición del estreno del videoclip Do the evolution / tardes con mucho café analizando la música y letras de Yield (1998) con Allan / ver una y otra vez el videocasete Single video theory (1999) y lamentarme que mi televisión era pequeña y con poco volumen / ser testigo de cómo una niña de 9 años caminaba por primera vez mientras yo escuchaba con mis audífonos Low light / Given to fly con la guía para sordomudos en el videocasete Touring band (2000) / cantar perfectamente Black con Jorge en Kareoke / pedirle a Allan que se desvelara para grabarme Letterman o SNL cada vez que cantaban en el programa / cantar Jeremy junto a 50 personas durante la cola de los baños en el Palacio de los Deportes, esperando su último concierto con la discográfica Sony / esa noche cantar con todo el público la parte de Cornell en Hunger Strike / desear que la alma de Julio ande bien al escuchar Thumbing my way / llorar al escuchar Man of the hour, y años después con Come back / tomarme una foto en el Hard Rock Café de Detroit frente a las copias de discos de platino de Ten, Vs y Vitalogy / hacer slam con mis amigos durante Evenflow cantada por una banda guanaca que tocaba covers de rock noventero / escuchar el Backspacer (2009) durante una noche de jueves en la azulada y brillante playa de Rio de Janerio / sentirme vivo al escuchar Just breath / invitar a mi novia y mi hermano a ver el documental PJ20 (2011), como compartiéndoles parte escencial de mi vida / y preparar maletas hoy para viajar a Costa Rica con Mauricio y Allan para verlos en concierto junto a miles de hermanos centroamericanos.

Pearl Jam es eso, o algo así.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Hoy estoy triste

"Hoy estoy triste. Mi niña se me fue, prometió no volver. Había regresado una vez, pero prometió que sería la única. Y ahora ya no está. Solo porque me tomé dos whiskys, se enojó. Peló. Pero hoy vino mi amigo, no lo miraba desde hace 5 años, mírenlo. Estaba en los Estados, Chicago, trabajando, pero ya vino y lo quiero mucho. Pero hoy estoy triste, ya no sé qué haré. Le expliqué y le pedí perdón, pero se fue gritando. Mi muchachita. Ya ni vivir me parece bueno", dijo la mujer de blusa amarilla manchada de grasa, mientras nos servía dos litros de Gallo en una caseta en Oriente, y quien su aliento delataba que una noche antes no habían sido solo dos whiskys.

Todo esto mientras sonaba esta canción:

lunes, 7 de noviembre de 2011

Midnight in Paris – la fresca fantasía de Woody Allen


Existe un día muy especial cada año desde 1995 en el que veo la película anual del director y escritor Woody Allen. Con más altas que bajas, cada una de estas me emociona, entusiasma y hace soñar despierto. El ritual de ver la creación anual de Allen ha sido gracias a: cronológicamente… Magic Maker, Cinemax, Filmzone, Videocentro, festivalitos de cine independiente y la bendita piratería.

Este año tocó turno de Midnight in Paris (2011), una película que celebra la sencillez que va de la mano con la fantasía. ¿Tú has soñado con conocer a tus ídolos? Verlos en carne y hueso, tomar una copa con ellos, discutir de sus propios logros y fracasos. Ya con Deconstructing Harry (1997) Allen nos había dado una muestra de cómo maneja el rollo de mezclar la fantasía con realidad.

También nos muestra caminatas, esas en que no importa dónde empiezan o terminan, pero sí el trayecto, el tiempo, el paisaje, la plática y por supuesto, la compañía. Esas caminatas que están el peligro de extinción. Esos sueños de caminar, conversar, sonreir aunque sea por unos minutos en esta vida. Lo que había mencionado: soñar despierto, y que sea tan real que hasta sintamos su aroma, su aliento.

Ahí la ven, está recomendada.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Artículo - El cine es una carrera de resistencia


Sergio Ramírez es mi amigo, y no tienen idea del orgullo que me da decir que tengo un amigo cineasta. Inclusive cuando nos conocimos en la universidad hace casi 15 años, me encantaba presentarlo como mi amigo "el cineasta", y eso que en esa entonces ni siquiera había tocado una cámara o una cinta para filmar.

Tuve la oportunidad esta semana de escribir una entrevista de él para la revista dominical Magacín, del matutino Siglo 21. Quería contarlo todo, como cuando sacaba películas del videoclub donde trabajaba y me las prestaba (así vi Memento y Faraway, so close!, por ejemplo), las interminables charlas de cine e historias ridículas que inventábamos, cuando me sentí reprimido porque criticó mi costumbre de ver películas de Adam Sandler… son algunas anécdotas que se quedaron en el tintero, mejor dicho en el disco duro. Me limité a contar cómo este señor que soñaba con hacer cine, poco a poco lo logró.

La prioridad estos días de Sergio es que presentará su primer largometraje en Guatemala, y lo hará en Xela, lugar donde nació. La película se llama Distancia, y es una dura historia de pertenencia, esfuerzo, tristeza, dignidad y sobre todo huevos. El cine es hermoso, espero Sergio lo siga creando.

Distancia cerrará el festival Cinespacio, su link acá.
www.festivalcinespacio.blogspot.com

Y si no encuentran un Magacín de hoy domingo 6 de noviembre, envío el link para la versión online.
Sergio Ramírez: "el cine es una carrera de resistencia"

jueves, 3 de noviembre de 2011

Artículo Los angelitos de Victoria


Recuerdo el primer catálogo de lencería Victoria´s Secret que tuve en mis manos, estaba entre la colección de revistas porno de un amigo, y por alguna razón me pareció mucho más sensual que las revistas.

Estaban Helena Christensen (la del video cachondo aquel en blanco y negro de Chris Isaak), Stephanie Seymour (la de los clips de Don’t cry y November Rain, y en ese tiempo novia de Axl Rose) y Tyra Banks (que en ese tiempo caía bien), todas ella en ropa interior, con los ojos cerrados, listas para ir hacia lo más alto de una fantasía.

Años después tengo la oportunidad de escribir un artículo en la revista FACES sobre Victoria’s Secret, su concepto y las nuevas modelos, o ángelitos, que dibujan sus siluetas y prenden sus ojos sugestivos en el desfile de modas más rockstar del año, así como en los nuevos catálogos impresos y vía online.

Si no encuentran la FACES de este mes, acá les va el link: Los angelitos de Victoria.
www.s21.com.gt/faces/2011/10/28/angelitos-victoria

lunes, 24 de octubre de 2011

Jani Lane y sus pecados


La muerte este año de Jani Lane, quien fuera vocalista de la agrupación de rock Warrant, me pareció una despedida anunciada. Ver en los últimos años a este mi ídolo del rocanrol, convertido en un señor con sobrepeso y adicción al alcohol en un reality show donde torturan y humillan a gordos para bajar de peso, ver en Youtube cómo se le olvidaban las letras de las canciones durante su gira de reunión con Warrant, observar en todo documental acerca de rock pesado su confesión de querer pegarse un tiro por haberse vendido al escribir la canción Cherrypie.

Creo, los medios decidieron injustamente darle a Warrant el vergonzoso abanderamiento de las bandas que destruyeron al heavy metal de los ochentas, cuando existieron decenas de clones de este género que en verdad lo arruinaron. No entiendo cuál fue su gran pecado para desatar esta ira hacia él y al grupo. Si fueron sus ojos tan exageradamente azules en el videoclip de Heaven, si fueron sus grandiosas power ballads, si fue la envidia por haberse casado con la chica Cherrypie… ya quién sabe y ya no importa.

Si les pudiera contar todo lo que fantaseaba de adolescente con sus canciones, especialmente con el caset del pie de cereza, pero no. Hasta la piel se me erizó. Les confieso que solo me faltaba volar con la chava a lo Superman. En serio. Una pieza de música debe ser sincera para despertar tanto la mente de un adolescente… y Warrant la tenía.



domingo, 23 de octubre de 2011

Mi entrevista con el monstruo de tres cabezas


Dentro el periodismo cultural y social, en raras ocasiones uno tiene la oportunidad de entrevistar a personajes desconocidos, y a la mitad de la entrevista uno piensa "yo quisiera ir a un bar y tomarme un par de cervezas con esta persona". Resultan tan interesantes y divertidos, que si uno se abstiene de aterrizar la mente, hasta pareciera que inició una amistad que durará por los siglos de los siglos.

Manejar este sentimiento no es fácil, pero con el tiempo uno va asimilando de mejor manera estas situaciones. Hoy domingo 23 de octubre tengo la oportunidad de publicar en las páginas de Magacín, en Siglo 21, acerca del artista y diseñador Álvaro Sánchez, con quien tuve hace unos días una entrevista tan intensa y divertida como él mismo lo es. Me la disfruté como nunca.

Álvaro presenta sus obras en Guatemala y en otras ciudades del mundo como Nueva York y París. Los extranjeros se emocionan con sus diseños, los cuales parecen grupos de collage sobre lienzos maltratados, tirándonos indirectas al centro del cerebro.

Acá les dejo el link para leer el artículo Álvaro Sánchez: El monstruo de tres cabezas

...y una rolita para acompañar la copa de vino.

lunes, 17 de octubre de 2011

Imaginemos


Imaginemos, solo para divertirnos unos minutos, si tuviéramos que escoger para presidente de Guatemala entre dos personajes. El primero es un guerrero quien lo podemos ver de joven con su colorido uniforme de militar en un vídeo en Youtube, explicando algunas de las armas utilizadas para combatir al diabólico comunismo. Un poderoso soldado quien promete ser la solución para la inseguridad del país, aunque si recuerdo bien, no ha hecho gran cosa cuando tuvo la oportunidad. Él empuña la mano y promete que con él en el poder, nos dejarán de robar el carro y celular, los mareros se comportarán como educados jovencitos y los narcos se retirarán para convertirse en personas de bien. Si no, les caerá el puño justiciero. El perfecto guardespaldas que tanto nos urge.

Bien, y el otro a optar por la presidencia es un payasito de los más graciosos. Él nos hacía reír a principio de campaña con promesas tan soñadas como ridículas. ¡Iríamos al Mundial! era una de ellas, y así fue, la selección sub-20 de fútbol clasificó a un Mundial. Así el Payasito Promesas, como me gusta llamarle, ni siquiera había ganado las elecciones y ya había cumplido una promesa. Qué futuro. Pero él no solo es protagonista con su comedia, también lo es en el Reporte Petén, un estudio de 208 páginas publicadas por la organización Inside Crime, en las cuales se explica que el payasito sonriente y juguetón es parte de uno de los grupos de poder más fuertes del narcotráfico en Petén. Wow, qué trabajador resultó el chistoso. Pero como la risa es una de las vitaminas del alma, qué mejor que el mismísimo Presidente de la República nos regale sonrisas todos los días con sus payasadas.

Además, ambos han utilizado la ley del Tribunal Supremo Electoral como papel de baño y han gastado millones de quetzales cada uno en su campaña política.

Pero ya me estoy deprimiendo, mejor dejemos de imaginar este tipo de situaciones y regresemos a la vida real.

Hoy me quedo con un vídeo de Promesas al volante, versión de Al buen chapín.

lunes, 10 de octubre de 2011

Christina Perri – el buen pop


Algunos críticos han afirmado que es la primera gran canta autora gringa salida de la generación que devoró los libros de Twilight. Su imagen de piel pálida llena de tatuajes y su forma de tocar el piano está influenciada de manera obvia por el pop gótico y Amy Lee de Evanescence, y eso no resulta algo negativo.

A principios de 2010, Christina Perri trabajaba de mesera en Los Angeles durante el día y en las noches grababa demos de sus canciones o subía videos a Youtube de ella misma cantando sus covers favoritos. Fue hasta que su canción Jar of hearts se utilizó en el programa televisivo So you think you can dance, cuando surgió el buzz hacia su propuesta.

Su disco debut Lovestrong muestra sin pretensiones un pop rock lleno de baladas románticas, cursis y dramáticas. La priorización de su voz, piano y guitarra acústica les da la delicadeza adecuada a las líricas con temáticas de soledad y batallas perdidas en esa casi eterna búsqueda de amor compartido.

Si bien la mayoría de las letras parecen a primera vista las frases trilladas que siempre hablan de la desgracia del corazón roto, tal vez sea porque en realidad sí lo son. Pero esta cantante las mezcla de una manera inteligente, conectando fácilmente con lugares conocidos y logrando una digestión fresca y placentera. Hasta se aprenden sin mucho esfuerzo. Música pop al final, pero de la buena.

Don’t count the miles / count the I love you’s”, dice muy dulcemente en Miles, “I can't decide if I'll let you save my life or if I'll drown”, se pregunta en Arms y “Bang, bang, bang boy / You're going down, down, down boy / To the ground where you left my heart to bleed / Bang, she shot you, karma testes so sweet”, se burla del arbol caído en Bang bang bang.

Ahí les dejo la recomendación, más para descansar de las katys, las beyonces, las shakiras y las gagas. Su sitio web es christinaperri.com, y por cierto es twitera adicta.



lunes, 3 de octubre de 2011

“Ya te conseguí que vayás a ver al Pitbull”


Llama desde su celular.
“Mija, ya te conseguí que vayás a ver al Pitbull, sí, tu papá te consiguió una entrada. Permitime”.
Levanta el teléfono de planta.
“Recepción, buen día. Sí, ahora lo comunico”.
Toma el celular.
“Pues sí, sí mija, dice tu papá que ya consiguió las dos entradas y él quiere ir contigo. Sí, él te quiere acompañar, quiere que vayan los dos. ¿Por qué no querés ir con él? Perame”.
Levanta el teléfono.
“Recepción. No, no se encuentra, salió. Hace unos cinco minutos. De nada”.
Toma el celular.
“Pues sí. Ay mija, pues no vas digo yo. Tanta gana que tenés de ver al Pitubull y ahora me decís esto. ¿Y qué querés que haga yo, si tu papá quiere ir con vos? Hablá con él entonces. No, yo no le voy a decir nada. Ese es tu problema. Esperame”.
Toma el teléfono.
“Recepción. Hasta la una se las recibo. Con gusto, de nada”.
Toma el celular.
“¿Entonces? Ya vas vos. ¿Y yo qué sé por qué quiere ir tu papá? ¿Y qué tiene de malo pues? Ay mija, decidite, qué jodés vos”.

Me ve y dice “siéntese allá joven, ya lo atenderán”. Y yo me voy preocupado a sentarme porque las sillas quedan lejos de Recepción y ¡quiero escuchar si al final va o no va con su papá a ver al Pitbull! Vaya dilema.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Está bien, recordemos al Nevermind de Nirvana



Imaginemos un mundo sin computadoras o Internet, sin iPods, sin teléfonos celulares, sin miedo a perder la vida en la calle, sin Shakira, sin plasmas, sin tanta narcoactividad y sin concepto de la palabra “digital”. Así era la vida a finales de 1991 en Guatemala, y tal vez en el mundo entero. Se carecía de todo lo mencionado y no por eso era un mundo peor... o mejor.

Con Smells like teen spirit y Come as you are en dos pedestales, esperábamos que viniera al país el disco entero (más bien caset) de Nevermind, el cual según MTV y algunos locutores de radio nacional sonaba como nunca antes lo había hecho una banda de rock. Por meses nos conformarnos con un sencillo del Teen spirit, que tenía como lado B una rasposa y pegajoza Even in his youth.

Hasta que al fin, como si el mismísimo arcángel Gabriel anunciara la venida de Cristo, alguien corrió el rumor en el colegio “ya venden en Discos y Cosas el caset de Nirvana”. Pensarán que exagero al describir la agitación de esa espera, pero no querido lector, no desproporciono la intensidad, la recuerdo como si fuera ayer, pero no tanto como el día que llegó el Nevermind a mis manos.

Porque así lo fue, ese caset, ese maldito caset de disquera costarricense con fallos del sonido en bocina derecha del lado B, llegó a mis manos. Sacamos el Use your illusion I de la casetera y le dimos play al Nevermind. Viaje total. Aunque no teníamos idea de lo que cantaba o gritaba Cobain, ahí estábamos todos (en verdad éramos como cuatro pendejillos) haciendo historia y moviendo las cabezas a lo que sería el disco que cambió la historia de la música y que este año celebra sus 20 primaveras de existencia.

Con todo y esa agónica distorsión de guitarra, las primeras canciones que nos pegaron fueron Breed, Lithium y Territorial pissings, putamadre, qué rabia, qué frases, qué desmadre. “Never met a wise man / if so it’s a woman”, más verdad imposible. Ya con el tiempo In bloom, Polly, On a plane y Something in the way quedaron tatuadas en nuestra mente. “Rather be dead than cool”, decía con calma la agitada Stay Away, “como tú digas Kurt”, respondíamos.

Ahora, no sé con exactitud si eran las canciones que necesitábamos o si la disquera y los medios masivos necesitaban que nos gustara; no es tan fácil como descifrar si vino primero el morete o la patada. Y confieso, en ese momento no pasó ni cerca la idea de que Kurt Cobain se convertiría en una especie de mesías, de gurú, de nuestro Hendrix/Lennon, de un amigo que nos urgía tener y guardar.

Pero el Nevermind llegó y se quedó, enseñándonos a cantar “I´m so ugly / that’s ok ‘couse so are you”, o "i'm so horny / that's ok / my will is good", para el resto de nuestros días y por los siglos de los siglos…

Y la llegada del CD, de su actuación en los MTV Awards de 1992, la salida de In Utero, el acústico... son otras historias, otro día se las cuento.



martes, 27 de septiembre de 2011

Empleos alternativos 1: cantante, jackass, striper


Al dejar mi empleo fijo hace algunas semanas, tengo la necesidad de buscar actividades alternativas para ganar dinero. La comunicación social es una profesión apasionante, pero las empresas y campos están saturados de personal. Así que papel y lápiz en mano, y luego de una lluvia de ideas ya tengo un listado más pequeño de opciones. Algunas profesiones que podría encarar son:

Vocalista de Velvet Revolver.

Ser el reemplazo de Scott Weiland sería alucinante. Ya memoricé las letras de las canciones, por lo menos de las famosas. Y he visto en Youtube sus toques y no están nada mal.

Pros: Tener todas las ventajas de un rockstar, con todo y cheque de pago. Conocer en persona a Duff y Slash.
Contras: No sé cantar. No me muevo como Weiland. Los proyectos alternos de Duff y Slash van exitosamente, no sé si quieran volver a la banda.

Un nuevo Jackass.
Tras la reciente y dolorosa muerte de Ryan Dunn, creo que la pandilla de Jackass necesitará a otro integrante. Aunque ya anunciaron de que están muy viejos y no filmarán otra película, pues quién quita y por necesidad de dinero produzcan un reencuentro. Yo reemplazaría y haría un gran tributo a Dunn.

Pros: Hacer reir es una bendición.
Contras: No nací para el dolor físico. Tal vez para el sufrimiento espiritual o del corazón sí, pero en el cuerpo no. Nunca me tatué o coloqué arete porque me dan miedo los pinchones. Eso que me hagan bromas pesadas me sulfura. Y a diferencia de Ryan, no me place eso de meterme carritos dentro del colon e intestino grueso.

Quítatelo todo, nene
Striper. Para despedidas de soltera, días de la secretaria o temporadas de depre. Ya hasta tengo mi playlist preparado: algunas de Rihanna y Katy Perry para comenzar y levantar el ánimo de fiesta, luego una versión moderna de Girls just want to have fun para que enloquezcan un poco. Un par de canciones rocanroleras de AC/DC y KISS cachondea a cualquiera. Antes de terminar incluiría una balada, me llama la atención Love hurts, en honor a los clubes nocturnos de mi país. Y concluiría el set con canciones de Ilegales, Winsil y Yandel, y toda esa porquería que tanto gusta bailar. Prepararía un mi traje de PMT, repartidor de Domino’s o Wolverine para el show, y usaría unas tangas con una foto de Johnny Depp impresa por la parte frontal.
Claro, esto después de un par de tequilazos.

Pros: Tendría excusa para levantarme tarde.
Contras: Soy pésimo bailarín. Eso del manejo del tubo no se ve fácil. Mi cuerpazo es de tipo gimnasio “una vez por quincena”. Y por ahí he escuchado que algunas se enamoran de los bailarines, y la verdad no quiero romper corazones. Pobres ellas.

jueves, 22 de septiembre de 2011

R.E.M. se va… aunque pareciera que ya se había ido


Sucede con algunas bandas. Un par de discos a medio gas, falta de conciertos y poca creatividad, produce una especie de neblina mental en el público, quien poco a poco olvida el presente de los artistas y se queda con los grandes éxitos y las memorias. A la banda R.E.M. le ha sucedido algo de esto, aunque creo firmemente, no se le puede pedir más. Lo dieron todo: grandes videoclips, discos fantásticos, entrevistas divertidas, influenciaron a mis músicos favoritos… en fin, arte para la eternidad.

Acaban de anunciar que se retiran como banda, una difícil decisión según el cantante Michael Stipes. Yo me quedo con dos canciones. Una viene del extraño disco New adventures in hi-fi (1996), y es un melancólico dueto con Patti Smith. E-bow the Letter, el confuso poema hablado por Stipe, acompañado con música lenta, densa, lograda con un sonido e-bow del guitarrista Peter Buck, y un órgano agonizando de Mike Mills. La participación especial en el coro de Smith es de lamento, de pérdida. Su voz siempre ha sido dolorosa cuando ella se lo ha propuesto.



Y otra es del disco Up (1998), y una de las pocas baladas estrictamente románticas del grupo. At my most beutiful son las frases perfectas de un enamorado sincero y libre... y algo tonto cabe mencionar. “I've found a way to make you / I've found a way / A way to make you smile”, dice Stipe en el coro con una voz dulce, como susurrando, como evitando despertar de un sueño.



Y hay más, claro. Man on the moon, Everybody hurts, Bang and blame yyy, muchísimas más, pero hoy me quedo con las mencionadas. Lindo soundtrack de vida el que nos deja R.E.M.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Que vengan los mariachis, yo voy al baño


Cuando a una fiesta o celebración entran boyantes los mariachis cantando y todos gritan y bailan, para mí se convierte en el momento perfecto para ir al baño, devolver una llamada o simplemente apagarme. Lo que para muchos resulta el éxtasis de la velada, yo lo percibo como una pausa. Nunca he conectado con la música ranchera.

Algunos amigos manejan la teoría de que me perdí "los años dorados de rancheras". De 1992 a 1996, la mayoría de mis amistades vivieron esa época cuando ya tenían carro y salían de noche a parrandear. Definamos parrandear como: llegar a cualquier lugar y emborracharse como animal. Y ahí fue cuando todos ellos conocieron a las canciones rancheras. Haciendo clavos y orinando en las aceras, escucharon y con el tiempo se aprendieron Mujeres divinas, Lástima que seas ajena y El mariachi loco. Yo en esos años también orinaba paredes y guaqueaba en las calles, pero en otros lugares más oscuros y con Slayer, Sepultura y Metallica como música de fondo. Fueron mis años más sagrados como aprendiz de metalero con camiseta negra, pelo enmarañado (queriendo ser largo), pantalón roto y mi Rubios en mano. Todo el uniforme en su lugar.

Sé que Chente es lo máximo y no dudo del talento de José Alfredo Jiménez y Antonio Aguiliar, y menos del Buki. Y estoy de acuerdo con Bunbury cuando afirma que los dramas pasionales de este género son incomparables. Hay una canción, La media vuelta, esa sí me la sé de memoria y me encanta, es como la The Unforgiven de las rancheras (jajaja, me van a matar). Fuera de bromas, para mí resulta un gran bolero disfrazado de ranchera.

Así que decirme que perdí mis años rancheros en la adolescencia, lo veo algo jalado, porque ¿cómo pierdes algo que nunca tuviste? Todo esto se me vino a la cabeza cuando por toda una semana me despertó una balada de Los Tigres del Norte con Paulina Rubio. Le pregunté a mi novia el nombre de la canción y me respondió "¿no la conocés? vos como que no viviste".

Por eso que traigan ahorita a los mariachis, me da igual. Guárdenme un tequila mientras voy al baño y me llevo el periódico. Tardaré.

lunes, 12 de septiembre de 2011

PJ Harvey y el pasado escrito con sangre



PJ Harvey ganó con Let England Shake su segundo premio Mercury, algo así como el Grammy o Brit alternativo al mejor disco del año según la crítica, disqueras y productoras inglesas. No me sorprende, se trata de un discazo, de lo mejor que he escuchado en muchos años.

El disco habla sobre Inglaterra, pero si las canciones se cantaran en castellano y sustituimos “Inglaterra” con “Guatemala”, no habría mucha diferencia. La obra escupe desesperanza y celebra a las almas acomodadas por un pasado escrito con sangre. ¿Suena a algo conocido, guatemaltecos? Es un disco de protesta, es anti bélico, es una metida de mano al sistema sobándole los huevos. No cuenta las batallas, más bien narra sus resultados. Violencia, intolerancia, soledad. La oscuridad siempre le ha asentado con lucidez a la artista.

“¿Y cuál es el glorioso fruto de nuestra tierra? / sus frutos son niños deformados / ¿Y cuál es el glorioso fruto de nuestra tierra? / sus frutos son niños huérfanos”, se pregunta y responde en The glorious land, refiriéndose a la guerra la cual dejó muchos espacios vacíos en las familias, huecos que nunca dejaron sembrar y cosechar amor, y ahora hacen falta.

También podemos escuchar la tenebrosa In the dark places, con su inicio resignado “nos levantamos temprano / lavamos nuestras caras / caminamos los campos / y levantamos nuestras cruces”. Algo así como aceptar que ya estamos chingados y rogar que nos déjen sufrir en paz.

Por último la frase “¿Y qué sucederá si llevo mis problemas a las Naciones Unidas?", repite una y otra vez en The words that maketh murder, con esperanza de que ellos le solucionarán los inconvenientes de su país. Y es que la ironía ha sido parte esencial del encanto Polly Jean desde sus inicios, hace más de 20 años, cuando se vivía en mi país ese ambiente de postguerra, mismo que ahora huele a podrido.

Para escuchar el disco y ver sus impresionantes audiovisuales, los encuentran en pjharvey.net



sábado, 10 de septiembre de 2011

Guatemala cojea


Si no es la religión, es el tono de piel, la forma de hablar, el gusto artístico, el lugar de nacimiento, el nivel de educación, el color de la camisola de fut, estilo de vestir, la manera de caminar, raza del chucho… ya cualquier excusa resulta buena y barata para buscar rechazo entre nosotros mismos.

Con tanta hambre y miedo, resulta fácil resistirnos a aceptarnos, vernos a las caras, entendernos. Y así, le pedimos a este país cojo que corra a votar, y todavía le exigimos que en el camino nos deleite con baile de marimba.

Ya imagino los titulares del lunes: “Fiesta cívica”, “Guatemala acude a las urnas”, “Chapines eligen”. Pensándolo bien, era peor cuando los candidatos solitos se postulaban y se autoproclamaban presidentes de la república por los siglos de los siglos. (Minuto de consuelo).

¿Y cómo es que gritan las canciones nacionalistas rock? “Viva Guateeee”. Así es el rollo… pero no, no me sale todavía. Ya saldrá.

Dice Bob Dylan "Nací aquí y moriré aquí / encontra de mi voluntad / Sé que parece que me estoy moviendo / pero estoy quieto / Cada nervio de mi cuerpo está ausente, insensible / ni siquiera recuerdo de qué vine huyendo".

lunes, 5 de septiembre de 2011

El café de mi trabajo es feo


El café de mi trabajo es feo, no tanto como para hacerme vomitar o empacharme, pero es feo. Sí quita el sueño y sí aguada cualquier champurrada o cachito hundido en la taza, como cualquier café gourmet lo haría. A veces no sé si tomármelo me levanta o me deprime más. ¿Han escuchado hablar de la famosa agua de calcetín? Nunca la he probado, pero muchos dicen que este café se parece. Como mencioné, es feo, más no asqueroso.

Algo así como aquel compañero de la universidad quien tenía pegue, sin ser guapo y mucho menos brillante. Sonreía como tonto, no vestía bien (usaba el mismo estilo de ropa que todos en esos años) y se dificultaba entender lo que hablaba debido a un extraño acento; y todo eso no era suficiente para alejar a las patojas que lo seguían. Era tan feo y desalineado como nosotros. Ahora lo pienso con más tiempo y no concluyo si era el dinero, su carro último modelo o qué diablos, porque no era guapo el cara de memo, pero siempre tuvo novias con cuerpazos.

Y eso me recuerda también al trasero de aquella maestra de cuando yo andaba por el colegio apenas. No era bonito, para nada, pero llamaba la atención. Era grande y cuadrado, sí, cuadrado, y no se estaba quieto. Se movía y movía y movía, todo el día. Cuando caminaba, mientras la nalga izquierda subía, la derecha bajaba con fuerza. Y así se mantenían todo el día, como un motor viejo de locomotora o como si secretamente escuchara alguna canción de reguetón, y eso que en ese tiempo todavía no inventaban esa música. Pues no, ese trasero no era bonito, pero hipnotizaba a todos, adultos, niños y niñas por igual. Entretenía.

Igual, sigo tomándome el café, es lunes, es una porquería, ¿el café o el lunes? Esa ya es otra historia.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Nuevo header rock&roll


Una de tantas ventajas al tener amigos talentosos, es que uno de vez en cuando se beneficia de esa creatividad. Con artistas visuales he tenido la oportunidad de recibir algunos retratos de putamadre y una que otra sorpresa. En el caso del header de este blog, hoy es la segunda vez que recibo la ayuda de un buen amigo, Luis Villacinda. Gracias manín, me llega.

Y no escribo “fuck” tanto… tanto como me gustaría.

Y celebro este evento con mi canción favorita de los Gorillaz. Ay dulce melancolía, la que da caricias espinadas.

lunes, 29 de agosto de 2011

Las conversaciones con Al Pacino


Lawrence Grobel es un escritor y experto en entrevistas, quien ha trabajado para The New York Times, Rolling Stone, Cosmopolitan, Playboy y Penthouse (las dos últimas publican reportajes, en verdad, así dicen).

Después de un par de interesantes entrevistas publicadas en la década de los setentas acerca de Marlon Brando, este periodista llamó la atención de Al Pacino, quien llevaba años de negarse a la prensa. En 1979, ya convertido en una estrella de Hollywood al haber protagonizado El Padrino I y II, Serpico y Tarde de Perros; Pacino decidió abrir su corazón e invitó a Grobel a su apartamento para realizar una entrevista. El actor fue un entrevistado tosco, brusco, defensivo y desconfiado. No estaba acostumbrado a que le preguntaran tanto sobre su vida privada, pero aprovechó para relatar su niñez, adolescencia, ex novias y primeros papeles en teatro y cine.

Por su parte, Grobel tenía una imagen de Pacino como la de un Michael Corleone, así de frío y calculador, capaz de pegarle un balazo en la frente solo por sentirse incómodo. Ninguno de los dos se imaginaba que esa sería la primera de más de una decena de entrevistas que se darían de 1979 a 2005, y más importante, el nacimiento de una amistad.

Todas estas pláticas forman Conversaciones con Al Pacino (2006), libro el cual carga con dos lecturas distintas: una la de conocer la vida de Pacino como hijo, trabajador de clase pobre del bronx, adolescente rebelde, actor de teatro, estrella de cine, amante, ex amante y hombre encerrado en su rollo. Y la segunda es una cátedra de cómo hacer entrevistas, siguiendo un lineamiento y no asustarse por respuestas abusivas o fuera de contexto, así como investigar a fondo para dirigir la plática y poder sacar lo mejor del ser humano a entrevistar sin importar lo cerrado, prepotente o desconfiado que se comporte.

Un gran libro, muchas grandes enseñanzas. Gracias Pedro.

Y les dejo una anécdota muy graciosa de cuando ganó el Oscar.

lunes, 22 de agosto de 2011

Illustrated songs - de Gaby Moreno


Saxofón, trombón, acordeón, mandolín, clarinete bajo, teclados, piano y trompeta, se les unen a las guitarras acústicas y eléctricas, más la encantadora voz de Gaby Moreno en su disco Illustrated songs (2011). Con estos sonidos nos invita a viajar mentalmente a los años 40, 50 y 60; así como las lúdicas calles de París, atardeceres en playas de Hawai o bares musicales de Río de Janeiro.

Para mí, la primera canción que resalta es Ave que emigra, la cual con acordeón, mandolín y percusiones parecidas a chinchines, nos relata cómo un ave se ve obligada a alejarse de su hogar para seguir creciendo, seguir volando. Esta ave es ella, sin duda, quien dejó Guatemala para convertirse en esta reconocida canta-autora dentro del movimiento indie mundial. “Vengo desde muy lejos / buscando el azul del cielo / siguiendo predicamentos / vengo desde muy lejos”, nos canta, y más autobiográfico… imposible.

Sing me life es una rola con la cual Gaby levanta su guitarra e invoca al poder de Aretha Franklin y Ella Fitzgerald, y es que ella ha hecho su tarea al estudiar la esencia del blues, motown, R&B, soul y por supuesto, rock. Es obvio que las trompetas y saxofón le dan el acompañamiento puntual a la delicada pero poderosa voz de Gaby. Igual se siente con la vigorosa Mess a good thing, la cual muy al tono “talk to the hand” nos habla sobre decisiones difíciles de tomar, pero que nos beneficiarán, aunque molestarán a otros.

Y Lejos nos recuerda a las mejores baladas depresivas del brit rock noventero. “Me voy lejos de aquí / así no puedo vivir / sin preguntas, sin marcha atrás / me voy lejos de aquí”, repite una y otra vez, como despidiéndose sin quererse ir, como convenciéndose a sí misma que es lo mejor, como castigándose por seguir ahí estancada.

Las juguetonas Garrick y Mean Old Circus resultan melodías enriquecidas con metales, apoyando a un par de historias en donde la realidad se entrelaza con la ficción. Parecen cuentos bizarros de Disneylandia. Por otra parte, la melancolía de las primeras composiciones de esta multifacética creadora se recuerda con las románticas Intento, Y tu sombra y Fin. Sobre todo Y tu sombra, la cual canta "no me hablen de realidad / si soñar es bello". ¿Quién debatirá eso?

El disco se despide con Daydream by desire, un delicado piano bar que cierra un trabajo fantástico de producción, un viaje maravilloso para quien lo escucha, todo un magical mystery tour en pleno 2011.

Su sitio web es www.gaby-moreno.com/



lunes, 15 de agosto de 2011

Mañanera


Las lágrimas de la niña caían en su desayuno, un vaso de duropor con mosh. Pero aguantó el dolor y en segundos continuó su coreografía: llevarse la cuchara con cereal a la boca, suspirar, comer, limpiar lágrimas, volver a suspirar, volver a comer.

Su madre, quien se encontraba a su lado, recibía la segunda queja del día acerca de las mochilas que vendía. “Mire, mire, ayer me lo vendió y hoy ya se está descosiendo, devuélvame el dinero señora”, le gritaba un tipo de gorra con lentes oscuros.

La señora le explicaba que no tenía dinero y que no había garantía por tratarse de una venta callejera. Eso no impidió al hombre seguir berreando por su producto dañado. Después de unos minutos de discusión, la vendedora decidió darle otra mochila de precio similar a cambio para callar al escandaloso, quien sin agradecer se llevó su nueva pertenencia.

Ella susurró un par de maldiciones, empuñó la mano y la dejó caer en la cabeza de su hija por segunda vez. “Otra venta que devuelvo, mierda”, expresó entre dientes, mientras la niña siguió con su coreografía mañanera: suspiro, comer, limpiar lágrimas, volver a suspirar, volver a comer.

lunes, 8 de agosto de 2011

Torpes y alegres


Una de mis escenas favoritas de la saga Harry Potter es el baile en “y las Reliquias de la Muerte – Parte 1”, cuando el mago y Hermoine están escondidos en un refugio, escuchando la radio en una montaña lejana y solitaria.

Es de esos momentos en que llueve sobre mojado, los perros y gatos se orinan en uno, cae un rayo le pega a uno en el trasero. En la escena que les menciono, Harry ve a su mejor amiga inmersa en la derrota. Ella ha sacrificado su vida, su destino y a su novio para acompañar a su amigo mago en su lucha por mantenerse vivo.

Harry para alegrarla o borrarle de la mente el tormento por unos minutos, escucha una canción de Nick Cave y la invita a bailar. Él no es buen bailarín, para nada, pero ¿y qué importa? Y bailan en pareja, torpes y alegres. Se mueven, dan vueltas, sonríen, porque en ese instante no les importa si al siguiente día estarán juntos, separados, vivos.

Nunca más tendrán un momento así de íntimo y ellos lo saben. Se abrazan y el efecto tarda solo algunos segundos antes de que ambos regresen a su martirio. Así se agradecieron, así se despidieron.

Y eso que no soy fan de Harry Potter.

lunes, 1 de agosto de 2011

Back and forth – el valioso documental rock de los Foo Fighters


Los Foo Fighters, pienso, se han ganado ya su lugar en la historia como una de esas grandes bandas de rock gringas. Es como el Van Halen o el Aerosmith de esta generación, y no lo digo tanto porque sean virtuosos, sino por la capacidad de componer himnos tanto para disfrutar con audífonos, como para que miles de personas canten juntas en un concierto.

El documental Back and Forth (2011) es la historia de esta banda. No podría tener un mejor comienzo, el cual es la integración de Dave Grohl a Nirvana como baterista y luego los últimos días del mítico grupo y de su cantante Kurt Cobain, que siempre resulta interesante ver y triste de recordar.

De los Foo Fighters se sabe poco, y esa es la principal virtud del documental, pues lo explica todo: Cómo inició el grupo, por qué se fue el guitarrista Pat Smear, por qué la batería en The colour and the shape (1997) suena tan de putamadre, por qué son tan payasos en sus videoclips, por qué han cambiado tanto de guitarristas, por qué regresó Pat y por qué suena tan raspado el último disco Wasting Light (2011).

También hay drama generado por un par de decisiones tiránicas de Grohl, la sobredosis de droga del baterista Taylor Hawkins y tensión producida por la excesiva cantidad de conciertos. También se capta el momento histórico de 2011 al tener a Grohl; a Butch Vig (productor de Nevermind (1991)), Krist Novoselic (ex bajista de Nirvana) y Pat (ex guitarra de Nirvana) en una misma sala y grabando una canción.

Back and Forth es un gran documental rock, divertido y honesto, y con musicón de primera. Es la historia de ellos, contada por ellos mismos. Y la gran sorpresa: ¡el bajista habla!

sábado, 30 de julio de 2011

Conversación después de Capitán América


A la salida del cine después de ver Capitán América, la pareja de adelante.

Novia: mi amor ¿El Hombre Araña es de Marvel?
(Traducción: me confundí con los enmascarados).
Novio: sí gorda.
(Traducción: estoy orgulloso de mi gorda).
Novia: ¿entonces por qué no sale en The Avengers?
(Traducción: ala, pero qué mulas).
Novio: este… pues… no sé gorda.
(Traducción: ¿cómo le voy a explicar más de 40 años de Marvel Comics? Mejor finjo demencia).
Novia: Vos te las llevás de conocedor y nada sabés.
(Traducción: tanto que chinga con esos sus superhéroes y no sabe nada).
Novio: sí gorda.
(Traducción: uff, cerca).

lunes, 25 de julio de 2011

Soñé que tenía un programa de radio


Hace unos días soñé que tenía un programa de radio, los jueves por la noche, de 8 a 10, en una estación bastante creativa y atrevida la cual no existe en la vida real por muchos motivos, solo en ese mi sueño y tal vez en mi inconsciente.

Yo lo produciría y como funciona en Guatemala, el productor de un programa de radio suele cargar con las responsabilidades de buscar patrocinador, conseguir la música, conducir el programa, contestar llamadas, desinfectar micrófonos, barrer y trapear pasillos cercanos. Por lo menos así era en mis tiempos de universidad.

Pues en mi sueño no llegué a la tan utópica cabina a lucirme como locutor estrella, nada más estuve listando las canciones a poner, qué disco tendría como Album del día o Artista del día (no me decidía cuál de las dos categorías, ni si sería Foo Fighters o PJ Harvey), y quién sería mi invitado porque la idea del programa sería hablar de música, tener a una persona invitada para que llevara sus canciones favoritas y compartirlas (en mi mente estaban unos editores amigos, músicos amigables y un cuenta chistes fantástico), recibir comentarios vía twitter y facebook, y tener información peculiar acerca de bandas y cantantes.

Claro, planeaba todo esto con un semi estrés de no contar con anunciantes amarrados todavía. Sería un programa bastante entretenido. Me la creí desde el inicio. Desperté animado ese día, a pesar de llevar tres semanas con un resfriado de caballo.

Nada mal para alguien que tiene más de 10 años de haber perdido la fe en la radio comercial del país.

lunes, 18 de julio de 2011

Blue Valentine - él ancleó cuando ella apenas despegaba


Él, viene de un modo de vida ajetreado, viviendo en muchos lugares por poco tiempo. Trabajaba de lo que cayera, no tenía familia y contaba con pocos amigos, muy pocos. Una existencia de aislamiento y añoranza. Todo un sobreviviente de eso que le llaman vida. Era amigable, buena onda y tal vez un poco ingénuo. Amaba y le gustaba hacerlo. Buscaba acentarse, calmarse, un puerto en donde por fín bajar el ancla y respirar profundo.

Ella, acostumbrada a los golpes tanto físicos como psicológicos. Un padre violento, un novio mal educado e inepto, un sistema gris el cual era su presente. Eso sí, el futuro era de colores. La juventud tienen esa habilidad de ver a través del "hoy", y ella debía aprovecharlo aunque no supiera cómo.

Ambos cruzaron sus camino e intentaron enfrascar su amor en una relación, un matrimonio, una hija, una casa, un perro de mascota...

Pero él se parqueó a disfrutar lo que al fín consiguió: compañía y amor correspondido. Y ella a penas despegaba a ese futuro lleno de oportunidades, de juventud adulta, de su profesión... de amor.

Algunos caminos se cruzan, pero no se detienen. Y la canción que él le canta a ella comienza con la frase "tú siempre lastimas a quienes amas / o a quienes no deberías lastimar".

Blue Valentine (2010)
Director: Derek Cianfrance
Actuaciones: Ryan Gosling, Michelle Williams.

lunes, 11 de julio de 2011

Facundo Cabral y Guatemala


Hace tres años, cuando terminó la conferencia de prensa del supuesto concierto de despedida de Facundo Cabral en Guatemala, todos los periodistas aprovecharon a tomarse una fotografía con el cantautor. No me gusta tomarme fotos con famosos, pero sí quería acercarme a él y decirle algo, cualquier cosa. Tuve la oportunidad, le di la mano y le agradecí por su música y por estar en nuestro país. Él sonrió y me abrazó.

Y como esta hermosa anécdota, muchos dichosos tienen la suya alrededor del mundo latinoamericano, tan caluroso como golpeado por su historia y su presente. Y es que Facundo no era un santo, pero sí contaba con ese nivel de gurú espiritual que pocos en el planeta tienen. No cualquiera le cambia la vida a tantas personas con sus palabras y su música.

Nuestra tierra recibió la sangre de este embajador de amor y paz, de la manera más maléfica que pudimos haber imaginado, y se siente como si una maldición cayó en este país. Y me repito a mi mismo que nosotros no apretamos el gatillo, no apretamos, no lo hicimos... pero una carga de responsabilidad me persigue. Si existía una pizca de mejora en este pueblo, ahora nos la sepultaron.

Nunca había sentido esta sensación que ando cargando desde que supe de la tragedia. Es una mezcla de tristeza, abandono, deseos de pedir perdón por algo que no hice, sentirme responsable de un asesinato, deseos de batallar al fuego con más fuego. Hoy, como ya es costumbre, los malos ganaron.

Y los más optimistas invitan a no rendirse y levantarse, pero es difícil hacerlo cuando una gran balacera pasa por encima de nuestras cabezas.

Adiós Facundo, y gracias.

lunes, 4 de julio de 2011

Water on the road - Eddie Vedder


Armado con el soundtrack de Into the wild (2008), algunas canciones del incomprendido No Code (1996) de Pearl Jam y varios covers de sus artistas favoritos, Eddie Vedder salió de gira en 2008 por Estados Unidos con guitarra acústica, eléctrica y ukulele en mano. Su concierto en Washington fue filmado para el dvd Water on the road (2011) en el cual el vocalista se muestra como ese personaje que lo ha hecho tan famoso y casi histórico en el mundo del rock: ecologista, amante del mar y el surf, en contra de la guerra y el sistema político gringo, y con un sentido del humor bañado en ironía.

En el repertorio del dvd incluye dos canciones de Bob Dylan: la melancólica Girl From the North Country con imágenes del cantante tras bastidores preparándose para el toque, y una desgarradora Forever Young cantada desde el hueso.

Al entrar a las canciones de Into the wild es inevitable sentir como si nos hablara el maestro o reverendo Vedder, acerca de la motivación de Christopher McCandless, de la búsqueda de la verdad interna y la manera en que lo convencional no siempre significa lo correcto.

Y la presentación de Arc, una sorpresiva ceremonia de luto cantada utilizando samples, pone la piel de gallina.

Unas cuantas anécdotas graciosas y burlonas rompen por minutos la tensión del espectáculo, más no la intimidad del evento. Ojo a la historia de su divertido paseo en stand up paddle board por un río del área.

Es como pasar una tarde con Eddie platicando de esos temas tan necesarios como interesantes, y de fondo música para hacer correr al hamster que tenemos en la cabeza, a veces durmiendo, a veces caminando.

Tracklist:

1. The Canyon
2. Sometimes
3. Trouble
4. Around the Bend
5. Girl From the North Country
6. Guaranteed
7. Setting Forth
8. Far Behind
9. No Ceiling
10. Rise
11. Golden State
12. Society
13. Forever Young
14. Ed Piano (Instrumental)
15. I’m Open
16. Man of the Hour
17. Driftin’
18. No More
19. You’re True
20. Ukulele Interlude (Instrumental)
21. Unthought Known
22. Arc
23. Hard Sun
24. The Canyon (reprise)

lunes, 27 de junio de 2011

Twitter y cuando me sentí un canario en la selva


Sí, yo dije “no entraré al twitter, nunca, ni por que me paguen”, y gracias a un curso sobre redes sociales ahí andaba yo hace tres meses abriendo mi cuenta twitera, con cara de perro callejero pidiendo sobras de comida a un extraño.

Era una selva. Noticias de guerras y bombazos de la BBC, baleados y manifestaciones de Prensa Libre, encuestas sexuales de Marie Claire, fotos con y sin calzones de la Liz Vicious… Además de amigos y conocidos escribiendo cada cinco minutos todos sus movimientos. “Me voy”, “ya regresé, jiji”, “esa gorda me ve feo =(”, escribían. Y otros peleándose contra su enemigo invisible. Leer “Sos feo”, “por qué no me dicen las cosas a la cara???”, “odio la hipocresía”, es cansado.

Luego probé publicar comentarios y vaya que hace tiempo no me sentía tan transparente. Y ojo, ser transparente no es lo mismo que no existir, pero hablaremos de esta profunda filosofía otro día. Regresando a los primeros twits, en verdad mis palabras se convirtieron en un piquete microscópico a esa bestia construida con frases y pensamientos de 140 caracteres.

Por más de las bienvenidas de amigos queridos a la selva, no me sentí cómodo. A quién engañaba, nadie daría diez centavos por conocer mis pensamientos. ¿O la gente es tan morbosa?

Con el tiempo fui conociendo mejor el terreno. Decidí borrar las cuentas de medios de comunicación y personas conflictivas. Seguí a famosos quienes me interesan sus tonteras como Conan O’Brien y Norm Macdonald. Encontré a Mike Mcready, guitarrista de Pearl Jam, quien es un twitero muy agradable; así como la cantante Michelle Branch y el columnista fanático del FC Barcelona Juanito Blaugrana, entre otros. Y a mis cuates ya les agarré la onda, aunque no tenga idea de lo que hablan.

Y ahí voy. Sigo caminando en la selva y silbando como canario, pero ya disfruto más el camino con todo y cantos, rugidos y chillidos. Y confieso, a veces me esfuerzo mucho para escribir algo interesante aunque me de vergüenza hacerlo, y me da vergüenza sentir vergüenza por hacer algo supuestamente no vergonzoso. ¿Ves? Ya hasta he comenzado a escribir como twitero.

@lepedavid

viernes, 24 de junio de 2011

Travis Pastrana y la suerte extrema


Pocas veces se tiene la oportunidad de entrevistar, aunque sea vía Email, a los personajes de la farándula o del espectáculo que uno desea. Casi siempre son artistas o famosos quienes visitan Guatemala, u oficinas quienes contactan a los medios para ofrecer entrevistas telefónicas de tres a doce minutos de duración.

Un día viendo el VH1 me sorprendió el programa Nitro Circus, muy a lo Jackass, pero mejor enfocado en el reto de las pruebas, la magia del desafío y el deseo ensalivado de imponer récords. Investigué al líder de esta pandilla, Travis Pastrana, quien también corre rallys y es campeón de X Games, y me encantó su historia y visión de la vida. Sus últimas palabras antes de morir serían “Holy Crap! Fue un viaje espectacular”, ¿qué más podía pedir?

Comencé a escribir acerca de su carrera y encontré demasiadas fotos suyas con el logo de Redbull. Así contacté a esta marca patrocinadora para solicitarle una fotografía de este deportista extremo. Y resultó que Travias estaba en Panamá filmando una película y me ofrecieron una entrevista vía Internet con él.

A veces Murphy y sus leyes se desubican, y creo, ese es el momento ideal para uno saltar al éxito, por lo menos momentáneo.

Les comparto el link de la entrevista en la revista Mundo&Motor de Travis Pastrana.

lunes, 20 de junio de 2011

Los días de frío y lluvia


Durante los días de frío y lluvia, no dejo de pensar en lo exquisito que sería huir un día del trabajo, sin necesidad de dar explicación, y quedarme en casa. Ver una película de Woody Allen o regresar a leer cualquiera de los cuatro libros que tengo comenzados.

O escuchar un disco, completo, desde el principio hasta el final. Leer las letras del cartón junto a la música. Adentrarme en una aventura de PJ Harvey, las locuras de Neil Young o una motaña rusa de Pink Floyd.

Y cuando el clima esté más templado, pues salir a caminar sin hora de salida o regreso. Oler, sentir, ver el exterior. Contemplarlo todo, grama, gente apurada, chuchos callejeros, paredes, rótulos con ortografía errónea, charcos improvisados… todo eso.

En otras palabras, como refieren algunas canciones de Radiohead y R.E.M., desearía desaparecer por unas horas. Desaparecer, y ya.

Y durante los días de calor, también.

lunes, 13 de junio de 2011

The Hangover 2 – borrar caset es terrible 2


Cuando vi la comedia The Hangover en 2009 recordé varias de esas grandes borracheras y crudas tan masacres que me habían arrebatado el orgullo. Escribí un post sobre una de las peores que había vivido y ahora viendo The Hangover 2 me recuerdo de otra vergüenza.

Una mañana de 1994 desperté en una habitación desconocida, era una especie de oficina y yo estaba acostado abajo del escritorio. Con mucho esfuerzo me levanté y noté unas manchas azules en mi camisa del colegio.

A la oficina entró una señora de uniforme rosado y con un trapeador, y revisó de manera veloz el cuarto. “Buenos días joven, nos tenía asustados”, me dijo y salió. Aunque no soportaba el dolor de cabeza y estómago, decidí salir.

Reconocí la casa, era de un compañero del colegio. Tenía mesa de billar, bar y un equipo de sonido gigante, perfecto para una fiesta. Y recordé que era el último año de colegio y habíamos decidido festejarlo en esa casa cerca de Antigua Guatemala, casi 55 kilómetros lejos de la ciudad. Ahora solo faltaba regresar a mi memoria el cómo me la pasé en la fiesta y por qué terminé en esa oficina.

Algunos desayunaban en la sala. Murmuraron “ahí viene aquel”. Yo me senté en el sofá y todavía sentía que la cabeza me daba vueltas. Se me dificultaba mantener abiertos los ojos. “¿No que no te gustaba Maná?”, me dijo una amiga. Medio abrí el ojo izquierdo. “Hasta de memoria te las sabés, tampoco sabíamos que cantabas, sos todo un fan”, añadió. Maná, cantar, qué jodidos pasó.

“Tampoco sabíamos que estabas enamorado de K”, dijo otro quien no era mi amigo pero no me caía tan mal. ¿Enamorado yo? ¿De K? El dueño de la casa me vio y no me saludó, siguió caminando. Otro quien tenía carro me dijo en voz baja “ya me voy y te recomiendo que te vengás de una vez conmigo”. Sabios consejos merecen seguirse.

No daba tiempo para bañarme así que me echó casi la mitad de su loción y nos retiramos. “Esta cantabas con más fervor, escuchá”, me dijo ya adentro del carro, dándole Play a la canción Cómo diablos, y casi por arte de magia los recuerdos de esa noche comenzaron a caer, junto con la ayuda de mi amigo el piloto.

Resulta que tomé cerveza como si estuviéramos a minutos del fin del mundo, el de la casa sacó un ron añejado de su padre a escondidas para darnos a probar en onzas y yo en un descuido entré a la cocina y me la tomé toda, para luego usar la botella como micrófono y cantar entero a todo volumen el ¿Dónde jugarán los niños?, de Maná. Minutos después K se comenzó a besar con A, lo cual me molestó y no dudé en decírselo mientras los separaba. Alegué el resto de la noche porque decidí confesar que me gustaba K. Solo me detuvieron los vómitos que adornaron la sala, la cocina, el baño y la oficina, donde me fueron a tirar para que dejara de molestar.

“Vos, y estas manchas azules de mi camisa, ¿qué onda?”, le pregunté. “El ron era anizado y color azul, las manchas son de cuando te vomitabas encima”, me respondió. "Por cierto, K dijo que no le gustás para nada", culminó.

Fijé la mirada en el camino, en las calles, las montañas, la gente. “Si quiero vivir tendré que olvidar, y voy a borrar tu amor”, canta Fehr en Cómo diablos. Gran frase, buena canción, buen disco, tal vez el mejor de ellos.

lunes, 6 de junio de 2011

Las canciones ukulele de Eddie Vedder son


Es ese individuo quien llegó de último a la fogata durante la noche en la playa. Ya solo quedaban envases vacíos y cenizas tibias. Fue el momento en el cual comenzó a recordar a esa persona a quien dejó en el camino, a esa a quien extraña, a esa con quien lo hubiera dado todo.

También es ese hombre quien despertó por primera vez al lado de esa mujer quien lo enloquece. Le quitó las sábanas que la cubrían y la vio desnuda. Le agarró una nalga y la besó en el cuello. En ese momento se convirtió en el hombre más dichoso del mundo, algo que él mismo sabía, sería difícil repetir.

O esa caminata durante el atardecer sintiéndose estúpidamente emocionado, sin conseguir captar un solo pensamiento que quedara arraigado a la mente. Todo es fugaz. Caras, besos, caricias, jalones de pelo, mordidas en las orejas. Un amor experimental hecho a la medida. Antes que caiga el sol, todo podría terminar.

Y la idea de tomar a esa persona de la mano para no soltarla nunca más.

Todas estas imágenes se me vienen a la mente escuchando Ukulele’s Songs, el disco de Eddie Vedder con 16 canciones basadas en acordes con su ukulele y letrillas de amor, ese el cual buscamos por más pesimistas que seamos. Y cuando lo encontramos... puff, directo a la locura.