lunes, 29 de noviembre de 2010

“Me dan asco los Beatles”


“Me dan asco los Beatles”, dijo la joven señora. Casi me atraganto. Le pregunté a mi vecino en la mesa si había escuchado lo mismo. Lo afirmó sin dejar de comer, con un leve movimiento de cabeza, sin darle mucha importancia.

“No sé por qué tanta bulla, su música ni se entiende, y siguen sacando los mismos discos y la gente los sigue comprando, sólo le cambian una nota a cada canción y ya se vuelven locos. ¡Qué tontos!”, añadió. Ahí yo no podía debatir mucho, pero que haya usado esa palabra, “odio”. Ella se convirtió esa tarde en la única persona que conocía en carne y hueso quien odiara a The Beatles. Me angustié. Conozco a algunos quienes odian a The Doors, Silvio Rodríguez, Guns N’ Roses, por problemas de vínculos personales, representan recuerdos ingratos. Pero ¿quién podía odiar así por así a los Favs, a los genios de Liverpool, a los creadores de tanta maravilla musical?

Quisiera escribir que la doña responsable del comentario era una vieja horrible que escupía al hablar. Pero no, era guapa, vestía bonito y olía bien.

“Y todos viejos todavía dan conciertos, les cuelgan todos los pellejos por todos lados cuando se mueven, qué asco. Hasta siguen fumando, son unos cadáveres los tipos. Más el guitarrista, es horrible. Seguro son drogadictos”, siguió su crítica, la cual fue confusa. Me atreví a incluirme en la plática, perdón, en el monólogo. “Seño disculpe, tal vez usted se refiere a los Rolling Stones”, le dije.

“Ah, pues esos digo, viejos asquerosos”, me respondió. Sentí un gran alivio, porque los Stones nacieron para ser odiados, repudiados, rechazados. Son los malos necesarios de la película, los feos, los raros, y por eso me gustan. Y regresó el sentimiento que todavía no conozco a alguien que odie a The Beatles. Ahora, esa tarde el trofeo a la idiotez tuvo a una indiscutible ganadora. Bravo. Aplausos.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Don Joaquín se persigna


Don Joaquín se persigna mientras camina, a cruz por paso. Cuando se acerca a las ventanas de los carros levanta su mano, mueve sus dedos y dice en voz muy baja “una ayudita”. Nunca lo he escuchado decir algo diferente, tal vez un “gracias” cuando recibe algo.

O aquella mañana asoleada cuando pinché llanta en esa esquina y se acercó para decirme, pues qué más, “una ayudita”. Le pedí fuera más considerado con mi mediana tragedia, cambiar llanta bajo el sol de medio día no es cómodo. Él se fue con su acostumbrada coreografía de frente, panza, izquierda y derecha. Luego me disculpé.

Lo conozco desde hace tres años. Compartió por unos meses el semáforo con una señora cargando a un bebé y unos niños payaso. Una vez, y fue la única, lo vi en otra calle. Caminaba al lado de una señora aparentemente normal y más joven que él. La seguía. Creo lo llevaba a su puesto.

El anciano parece descascararse, y no a paso lento. Ha bajado su ritmo, ahora alcanza solo un carro durante el rojo. Antes llegaba a dos o tres. Lo veo casi todas las semanas. En ocasiones le doy algo, en otras apuesto por el desdén. Verlo me hace pensar en cientos de cosas mientras perdura el ritmo de padre, hijo, espíritu santo y amén. Algo así como horizontal - vertical, horizontal - vertical, uno - dos, uno - dos.

Yo le digo Don Joaquín, la verdad no tengo ni idea de su nombre.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Marimbas del infierno – poesía guarra


Colores tan opacos como las calles mugrientas en las que camino cerca de mi trabajo, donde se esquivan personas y trozos de mierda, ambos tirados en la acera, ambos hediondos. Humo, violencia, caos. Aire viciado, vidas viciadas. Dicen que es bello, que soy incapaz de verlo. Dicen.

Personajes tan chapines como ustedes y yo, hartando tierra como ustedes o yo. Con sueños, con hambre, con más batallas perdidas que ganadas. Soportando la chingadera. Ellos ríen, lloran, sangran, aman, sueñan, trabajan, se empedan, se levantan, ríen, lloran.

Historias tan patéticas que parecen coloridas, e inclusive graciosas. Como muchos chapines los personajes se ayudan un día, al próximo se lijan por la espalda. Sonríen por sus desgracias después de haberlas llorado. La muestra perfecta de esa brecha gigante entre el “querer” y el “poder” en nuestra calurosa Latinoamérica.

Marimbas del infierno es rock, es risas, es arte, es rechazo, es luz y oscuridad, es un litro de Gallo en una cantina que a su vez funciona como restaurante de comida china, es Guerreros, es intolerancia, es inhalar. Es un espejo de gran parte de nuestro país, nos queramos incluir o excluir, da igual.

lunes, 8 de noviembre de 2010

“La masacre de las mariposas” o “pendejada en casamientos”


Cualquiera de ambos títulos podría utilizar hoy. La historia es así: está atardeciendo, los recién casados entran al salón destechado, suena la música, todos aplauden, lo normal. Hasta que dos damas sacan una caja y la abren. Lo que supuestamente debió suceder es que saliera más de una docena de preciosas mariposas volando, atravesando el salón y representando libertad, belleza y prosperidad que tendrá la pareja. Una imagen de ensueño, de príncipes y blanca nieves.

En realidad, lo que sucedió fue que las mariposas no salieron de la caja porque ya estaba oscureciendo, y por naturaleza ellas buscan refugio para protegerse. Las brillantes damas comenzaron a somatar la caja y a sacudirla, como sacando dulces de una piñata destrozada. Las mariposas se negaban a salir, así que fueron sacadas una por una, tomadas de las alas y tirándolas hacia arriba. No volaron, al contrario, se dieron unos golpazos y caídas. Entonces damas enfurecidas junto a los niños comenzaron a agarrarlas y tirarlas también hacia arriba. Luego inició el baile de damas con caballeros y a ritmo de vals las fueron machucando poco a poco, formando un leve puré de mariposas en la pista de baile.

Me cuentan esta es la moda en celebraciones de primeras comuniones, quince años y casamientos. Recuerdo antes sucedía con las palomas, que cuando les abrían la jaula y la sacudían, salían golpeándose las alas y cabezas. Caían mareadas del choque con la jaula, las recogían y las tiraban hacia arriba de nuevo. En algunos lugares todavía lo practican.

Linda pendejada de celebración, ¿no?

lunes, 1 de noviembre de 2010

Gracias Calamaro


Por tu sencillez y autenticidad
Por compartir tu amor hacia toda música
Por esos tangos desde tu corazón
Por habernos bendecido con mi flaca
Por los amigos que abracé en gradas
Por quienes no estuvieron ahí y recordé
Por incluir Mi gin Tonic y Crímenes perfectos
y haber cerrado con Canal 69
Por tus bromas y risas
Por curar esas memorias dolorosas
Por tu calor hacia Guatemala
Por ese concierto de puta madre
Gracias Andrés, gracias poeta, gracias salmón
Me queda algo adentro tuyo siempre

Update 1: Gracias Pato por la foto. El lugar fue perfecto.
Update 2: Lo que dice Calamaro acerca de Guatemala en su blog.
Update 3: Un vídeo muy bien tomado, dando un pequeño ejemplo del toque.