lunes, 27 de septiembre de 2010

Julio y tus malditos Golpes Bajos


Julio, mi amigo todo terreno, manipulaste mi subconsciente. Esas mañanas noventeras cuando me dabas jalón a la Universidad o cuando te visitaba en tu casa, y ponías ese maldito caset de Golpes Bajos, me afectaron. Me obligabas a decirte “mano, quitá esa fresada”, y me respondías “nel David, son buenos, no entiendo por qué no te gustan”.

Hace unos días, de público con mi flaca en el “gran regreso” de Golpes Bajos, fueron demasiados los recuerdos chocados en mí, sin misericordia. Recordé lo tanto que te gustaban, los ruegos para acompañarte a un concierto de ellos en La Boheme, tus sueños de tener una novia igual a la vocalista Misha. “Qué chava vos, qué preciosa, y canta precioso”, me decías, casi a diario.

Al día siguiente de cada concierto llegabas a mi casa a contarme, segundo a segundo, todo el evento. De manera increíble, eso quedó grabado en mí.

Te juro cada nota, cada acorde, cada coro de este concierto del “regreso”, era como si estuviéramos otra vez juntos hablando de muladas de adolescente, con rock adolescente de fondo. Y me hiciste falta.

Y ahora, más de diez años después, me gustaría decirte “sí es buena la rola de Historia del amor”, que “sí da buen ambiente Maldito el día y Mala suerte”, y que “sí Misha se ve muy bien cantando la de Alannis”. Me hubiera gustado decírtelo en persona, y que me respondieras “te dije, te dije, me hubieras acompañado aunque sea una vez a La Boheme”. Sabés Julio, creo que sí.

Espero si algún día te encuentro allá arriba, escuchemos juntos tu maldito caset de Golpes Bajos.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Ahí van en palangana


Ahí van. En la palangana del picop, entre dos altavoces y muchas bolsas canguro llenas de pancartas. Se quedaron en medio, no tuvieron la suerte de trasladarse en bus privado, ni la desdicha de viajar en camión. Los tres hombres cuando parpadean cierran los ojos con fuerza. Se tapan con una colcha, son las 7 de la mañana, anoche llovió durante horas.

Uno de ellos, el de la esquina derecha, pierde su mirada en la ventana de Campero. Permanece abismado. Imagino lo que piensa, le gustaría estar sentado ahí adentro en el calor, esperando su desayuno chapín o su pollo rostizado, con su esposa e hijos. Pero los compañeros, la caminata y las consignas lo esperan.

El pasajero del lado contrario ve a una chica cajera de un banco. Está guapa. Le pasa el escaneo completo. Ella cruza la calle, él permanece callado.

Los tres visten gorra, durante la mañana el sol pegará duro, y en la tarde lloverá. Así es el clima ahora en Guatemala. ¿Me pregunto qué piensan?, ¿qué irán a manifestar hoy?, ¿quién los envía esta vez?, ¿qué tan molidos terminarán de la batalla a la que se dirigen?, ¿a cuántos guatemaltecos afectará esta mañana su libre derecho de protestar?

Tal vez tiene razón el personaje de Alfredo en Cinema Paradiso cuando dice que una muchedumbre no piensa, tan sólo actúa por instinto, sin usar la razón. Menos mal hoy salí temprano, les gané en el cronómetro. Esta vez a mí no me joderán.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Grown ups - Adam Sandler es el cómico de patada en los huevos


Cuando el año pasado escuché que Adam Sandler, Chris Rock, David Spade y Rob Schneider actuarían juntos en una película, me emocioné. Yo crecí viendo Saturday Night Live y gocé los chistes racistas de Rock, sangronadas de Spade, personajes absurdos de Schneider y sobre todo las tonteras de Sandler. Así que ver reunidos a estos veteranos de la comedia para mí es como si Paul, Ringo, John y George grabaran un disco nuevo. Sí, exageré.

Así que ya sentado en mi butaca, inquieto como si fuera a reunirme con mis amigos de la infancia, abrí la mente para reír como lo hice en la adolescencia. Bastó media hora para temer lo peor. “Aseguro vendrá una fácil y vulgar patada en los huevos para hacernos reir”, pensé.

Grown ups es una bufonada donde los personajes se la pasan insultándose y haciéndose bromas todo el tiempo, unas muy graciosas, otras vergonzosas. Tiene escenas para soltar carcajadas (destaca la que incluye una flecha asesina en el aire) y cameos que siempre se agradecen (algunos si parpadeás te los perdés).

La película carga con más virtudes que defectos y aseguro muchos estarán en desacuerdo conmigo, porque es demasiado desordenada. Es un exceso de escenas notoriamente improvisadas y a veces sin rumbo alguno, y el exceso aburre. Por tratarse de una supuesta película “familiar”, las bromas infantiles desentonan con guasas de adulto. Sandler interpreta al mismo personaje "regular guy" de todas sus películas, pero Rock y Schneider resultan un desperdicio gigante llegando solamente a salpicar su humor de vez en cuando. Spade es de lo mejor siendo el enano mañoso, chingón y odioso que tanto amamos. Al elenco se les une Kevin James, siempre cumplidor en su trabajo.

Con pocos minutos de metraje ya se adivinan todos los elementos usados por el actor Sandler y el director Dennis Dugan en este tipo de películas: maltrato animal, escenas escatológicas, música facilona de fondo, villanos torpes, exceso de estupidez, golpes, golpes y más golpes. Todos estos detalles que me han alejado del cine de Sandler en los últimos años.

¿Me reí? Sí, y mucho. ¿Es graciosa? SÍ, si eres hombre, y NO, si eres mujer. Tal vez me tomé muy en serio esta comedia. Y termino contando que me equivoqué, en la pantalla no se observa una patada en los huevos. Se ven dos.

lunes, 6 de septiembre de 2010

The Runaways – el punk efebofílico



Hello daddy, hello mom / I’m your ch… ch… ch… ch… cherry bomb!”, cantaron a final de los setentas The Runaways, agrupación punk de 5 integrantes mujeres adolscentes. La fórmula del grupo quedó perfecta para la creatividad musical y exposición comercial: 5 chicas menores de edad, guapas, salvajes y precoces; quienes además sabían tocar en realidad sus instrumentos. Con la admiración de los jóvenes y los deseos pervertidos en adultos se consolidaron como el producto perfecto, algo que se ha copiado durante la historia del entretenimiento.

De este proyecto salieron Joan Jett y Lita ford, dos roqueras importantes en los ochenta, pero quien se robó los focos en esa entonces fue la vocalista Cherrie Currie. Ella visualmente se presentó como una atractiva mezcla de Brigitte Bardot y David Bowie, y en el camino aprendió a cantar.

Hablar de ellas es mencionar abuso, drogas, sexo en donde sea y por donde fuera… rock&roll al final pero con un detalle importante, la corta edad de las señoritas artistas, entre los 14 y 17.

El éxito fue exposivo, durando alrededor de 4 años. Luego de eso Cherrie se hundió en la drogadicción. Décadas después escribió un libro sobre su experiencia en esos años.

Floria Sigismondi (directora de esos peculiares videoclips como The Beautiful People de Marilyn Manson) lo transformó en la película The Runaways. Este biopic no es tan profundo como Ray o tan divertido como Crazy Heart, pero tiene lo suyo. Ambientación y vestimenta son perfectas, música e iluminación deliciosas. Aunque parezca una red de clips musicales, de lo que Sigismondi es experta, se disfruta de una historia de camadería, excesos y rock punk; en donde las actrices Kristen Stewart y Dakota Fanning mutan de manera exacta en las princesas de sueños húmedos Jett y Currie.

Efebofilia: atracción sexual de una persona madura hacia un adolescente varón entre 13 a 18 años.

Gracias Jess por el préstamo.