lunes, 24 de octubre de 2011

Jani Lane y sus pecados


La muerte este año de Jani Lane, quien fuera vocalista de la agrupación de rock Warrant, me pareció una despedida anunciada. Ver en los últimos años a este mi ídolo del rocanrol, convertido en un señor con sobrepeso y adicción al alcohol en un reality show donde torturan y humillan a gordos para bajar de peso, ver en Youtube cómo se le olvidaban las letras de las canciones durante su gira de reunión con Warrant, observar en todo documental acerca de rock pesado su confesión de querer pegarse un tiro por haberse vendido al escribir la canción Cherrypie.

Creo, los medios decidieron injustamente darle a Warrant el vergonzoso abanderamiento de las bandas que destruyeron al heavy metal de los ochentas, cuando existieron decenas de clones de este género que en verdad lo arruinaron. No entiendo cuál fue su gran pecado para desatar esta ira hacia él y al grupo. Si fueron sus ojos tan exageradamente azules en el videoclip de Heaven, si fueron sus grandiosas power ballads, si fue la envidia por haberse casado con la chica Cherrypie… ya quién sabe y ya no importa.

Si les pudiera contar todo lo que fantaseaba de adolescente con sus canciones, especialmente con el caset del pie de cereza, pero no. Hasta la piel se me erizó. Les confieso que solo me faltaba volar con la chava a lo Superman. En serio. Una pieza de música debe ser sincera para despertar tanto la mente de un adolescente… y Warrant la tenía.



domingo, 23 de octubre de 2011

Mi entrevista con el monstruo de tres cabezas


Dentro el periodismo cultural y social, en raras ocasiones uno tiene la oportunidad de entrevistar a personajes desconocidos, y a la mitad de la entrevista uno piensa "yo quisiera ir a un bar y tomarme un par de cervezas con esta persona". Resultan tan interesantes y divertidos, que si uno se abstiene de aterrizar la mente, hasta pareciera que inició una amistad que durará por los siglos de los siglos.

Manejar este sentimiento no es fácil, pero con el tiempo uno va asimilando de mejor manera estas situaciones. Hoy domingo 23 de octubre tengo la oportunidad de publicar en las páginas de Magacín, en Siglo 21, acerca del artista y diseñador Álvaro Sánchez, con quien tuve hace unos días una entrevista tan intensa y divertida como él mismo lo es. Me la disfruté como nunca.

Álvaro presenta sus obras en Guatemala y en otras ciudades del mundo como Nueva York y París. Los extranjeros se emocionan con sus diseños, los cuales parecen grupos de collage sobre lienzos maltratados, tirándonos indirectas al centro del cerebro.

Acá les dejo el link para leer el artículo Álvaro Sánchez: El monstruo de tres cabezas

...y una rolita para acompañar la copa de vino.

lunes, 17 de octubre de 2011

Imaginemos


Imaginemos, solo para divertirnos unos minutos, si tuviéramos que escoger para presidente de Guatemala entre dos personajes. El primero es un guerrero quien lo podemos ver de joven con su colorido uniforme de militar en un vídeo en Youtube, explicando algunas de las armas utilizadas para combatir al diabólico comunismo. Un poderoso soldado quien promete ser la solución para la inseguridad del país, aunque si recuerdo bien, no ha hecho gran cosa cuando tuvo la oportunidad. Él empuña la mano y promete que con él en el poder, nos dejarán de robar el carro y celular, los mareros se comportarán como educados jovencitos y los narcos se retirarán para convertirse en personas de bien. Si no, les caerá el puño justiciero. El perfecto guardespaldas que tanto nos urge.

Bien, y el otro a optar por la presidencia es un payasito de los más graciosos. Él nos hacía reír a principio de campaña con promesas tan soñadas como ridículas. ¡Iríamos al Mundial! era una de ellas, y así fue, la selección sub-20 de fútbol clasificó a un Mundial. Así el Payasito Promesas, como me gusta llamarle, ni siquiera había ganado las elecciones y ya había cumplido una promesa. Qué futuro. Pero él no solo es protagonista con su comedia, también lo es en el Reporte Petén, un estudio de 208 páginas publicadas por la organización Inside Crime, en las cuales se explica que el payasito sonriente y juguetón es parte de uno de los grupos de poder más fuertes del narcotráfico en Petén. Wow, qué trabajador resultó el chistoso. Pero como la risa es una de las vitaminas del alma, qué mejor que el mismísimo Presidente de la República nos regale sonrisas todos los días con sus payasadas.

Además, ambos han utilizado la ley del Tribunal Supremo Electoral como papel de baño y han gastado millones de quetzales cada uno en su campaña política.

Pero ya me estoy deprimiendo, mejor dejemos de imaginar este tipo de situaciones y regresemos a la vida real.

Hoy me quedo con un vídeo de Promesas al volante, versión de Al buen chapín.

lunes, 10 de octubre de 2011

Christina Perri – el buen pop


Algunos críticos han afirmado que es la primera gran canta autora gringa salida de la generación que devoró los libros de Twilight. Su imagen de piel pálida llena de tatuajes y su forma de tocar el piano está influenciada de manera obvia por el pop gótico y Amy Lee de Evanescence, y eso no resulta algo negativo.

A principios de 2010, Christina Perri trabajaba de mesera en Los Angeles durante el día y en las noches grababa demos de sus canciones o subía videos a Youtube de ella misma cantando sus covers favoritos. Fue hasta que su canción Jar of hearts se utilizó en el programa televisivo So you think you can dance, cuando surgió el buzz hacia su propuesta.

Su disco debut Lovestrong muestra sin pretensiones un pop rock lleno de baladas románticas, cursis y dramáticas. La priorización de su voz, piano y guitarra acústica les da la delicadeza adecuada a las líricas con temáticas de soledad y batallas perdidas en esa casi eterna búsqueda de amor compartido.

Si bien la mayoría de las letras parecen a primera vista las frases trilladas que siempre hablan de la desgracia del corazón roto, tal vez sea porque en realidad sí lo son. Pero esta cantante las mezcla de una manera inteligente, conectando fácilmente con lugares conocidos y logrando una digestión fresca y placentera. Hasta se aprenden sin mucho esfuerzo. Música pop al final, pero de la buena.

Don’t count the miles / count the I love you’s”, dice muy dulcemente en Miles, “I can't decide if I'll let you save my life or if I'll drown”, se pregunta en Arms y “Bang, bang, bang boy / You're going down, down, down boy / To the ground where you left my heart to bleed / Bang, she shot you, karma testes so sweet”, se burla del arbol caído en Bang bang bang.

Ahí les dejo la recomendación, más para descansar de las katys, las beyonces, las shakiras y las gagas. Su sitio web es christinaperri.com, y por cierto es twitera adicta.



lunes, 3 de octubre de 2011

“Ya te conseguí que vayás a ver al Pitbull”


Llama desde su celular.
“Mija, ya te conseguí que vayás a ver al Pitbull, sí, tu papá te consiguió una entrada. Permitime”.
Levanta el teléfono de planta.
“Recepción, buen día. Sí, ahora lo comunico”.
Toma el celular.
“Pues sí, sí mija, dice tu papá que ya consiguió las dos entradas y él quiere ir contigo. Sí, él te quiere acompañar, quiere que vayan los dos. ¿Por qué no querés ir con él? Perame”.
Levanta el teléfono.
“Recepción. No, no se encuentra, salió. Hace unos cinco minutos. De nada”.
Toma el celular.
“Pues sí. Ay mija, pues no vas digo yo. Tanta gana que tenés de ver al Pitubull y ahora me decís esto. ¿Y qué querés que haga yo, si tu papá quiere ir con vos? Hablá con él entonces. No, yo no le voy a decir nada. Ese es tu problema. Esperame”.
Toma el teléfono.
“Recepción. Hasta la una se las recibo. Con gusto, de nada”.
Toma el celular.
“¿Entonces? Ya vas vos. ¿Y yo qué sé por qué quiere ir tu papá? ¿Y qué tiene de malo pues? Ay mija, decidite, qué jodés vos”.

Me ve y dice “siéntese allá joven, ya lo atenderán”. Y yo me voy preocupado a sentarme porque las sillas quedan lejos de Recepción y ¡quiero escuchar si al final va o no va con su papá a ver al Pitbull! Vaya dilema.