domingo, 31 de mayo de 2009

Tributo a la soledad – Another lonely day


Existe la posibilidad de que nuestras lágrimas rieguen semillas de un futuro amor. También los deseos de caer a solas, en vez de vernos arrastrados por alguien más. Inclusive, podemos reconocer que hemos amado a brujas y a reinas por igual.

La esperanza es lo último que muere, porque primero nos vamos nosotros. Y para los días solitarios, Ben Harper nos escribió esta canción: Another lonely day.

Another lonely day (en vivo).

viernes, 29 de mayo de 2009

Y gritamos “Viva Barca”


Recuerdo cuando en la Universidad, éramos dos quienes recibíamos críticas, chingaderas, bromas pesadas y acusaciones por ser seguidores del F.C. Barcelona. Todos los demás le iban al Real Madrid. El acoso era verbal, por email y luego llegó hasta los mensajes de texto. También tengo grabados en la mente esos partidos perdidos contra el Madrid y esas derrotas en la Champions, que vímos juntos y sufrimos, año tras año. “Ala puta, otra vez perdimos”, me decía el Pato. “Como duele ser fan del Barca”, le respondía yo.

Pero este año hemos vivido algo inimaginable. Vimos juntos el histórico 6-2 contra el Real Madrid y luego gritamos los dos goles en la final de la Champions. El Barcelona ganó los tres campeonatos que disputaba, y este último, el de más prestigio, lo vi junto a mi compañero de batallas perdidas. Esta vez no nos lamentamos. Ahora nos tocó gritar “No lo puedo creer”, “Que golazo Messi” y “Viva Barca”.

Este ha sido un excelente año para ser seguidor del Barcelona (y eso que yo ya me había retirado), y el miércoles fue un gran día para por fín, celebrar con el Pato, que somos seguidores del mejor equipo de fútbol de la actualidad. Que rico se siente ganar.



Foto 1: Nerviosos antes del partido. Yo, haciéndome el valiente. El Pato, eufórico.
Foto 2: Felices mientras grababan el nombre de F.C. Barcelona en la Copa. Mi mano izquierda fue pura casualidad.
Gracias Jorginho por las fotos.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Eternal Sunshine – Cuando supe que nunca la olvidaría


No me lo esperaba. Las frases que pensaba en voz alta eran: “Es como ella”. “Se parece tanto a nosotros”. “Si yo pudiera borrarla de mi mente”. “Quisiera hacerlo”. “Nunca la podré borrar”. “Sí, es ella”.

Ya se cumplen 5 años de haber entendido que sin importar mi futuro, siempre viviría con ella en mi mente, en mi vida. El póster de Cinépolis anunciaba de manera estúpida “la nueva comedia de Jim Carrey”. Esa oscura tarde del 2004, Allan, Edgar y yo sabíamos que no era así. Era Eternal sunshine of the spotless mind, un guión de Charlie Kaufman y un drama romántico multipremiado.

Entendí mucho al ver la historia de Joel y Clementine. Allan también. Y media sala de cine salió antes de terminarse la película, defraudada porque no se reían tanto como en Mentiroso, mentiroso. Edgar se durmió, yo quería golpearlo, pero una semana después regresamos y él quedó estupefacto.

Todavía me afectan esas imágenes, esas conversaciones que se mantienen tatuadas en mi cabeza.

- Llegó la hora, Joel. Todo desaparecerá pronto.
- Lo sé.
- ¿Qué hacemos?
- Disfrutémoslo.

**--**
- ¿Y si te quedaras esta vez?
- Salí por la puerta. Ya no quedan recuerdos.
- Regresa y crea un adiós, por lo menos. Finjamos que tuvimos uno. Adiós Joel.
- Te amo.
- Encuéntrame en Montauk.

**--**
- No veo nada que me desagrade acerca de ti.
- Pero lo verás, lo verás. Se te ocurrirán cosas y yo estaré aburrida y atrapada porque eso es lo que sucede conmigo.
- Okay.
- Okay.
- Okay.

lunes, 25 de mayo de 2009

Regresa la princesa poeta PJ Harvey


Es emocionante recorrer cada mundo en los cuales PJ Harvey nos hunde en sus discos. Sus nuevas canciones no son la excepción. A woman a man walk by es el nuevo material, donde une su poesía con la guitarra del productor y amigo John Parish, quien le ayudó en muchas de sus exitosas producciones en los noventa.

Los temas que toca esta talentosa cantante inglesa son casi los de siempre, pero más agudos. Metáforas de culpa, pena, amor, muerte, arrepentimiento, sexo, odio y humor negro; todo eso nos impregnan cada uno de estos 10 tracks, los cuales se alejan del rock alternativo y se acercan más a melodías intensas y experimentales. La menos extraña es el sencillo promocional Black hearted love, con un vídeo que si uno le busca, encuentra representaciones tan mágico-sexuales, como tenebrosas.

En resumen, no me enojaría morir con la canción Cracks in the canvas, mandar a la mierda todo con Leaving California, ponerme como pasa por tanta melancolía al lado de April y gritar como desestabilizado mental con Pig will not.

Que viva la princesa.

Acá pueden escuchar el disco.
www.pjharvey.net/disc.html

Vídeoclip de Black Hearted Love.

viernes, 22 de mayo de 2009

Un café con Norah Jones


David: Gracias Norah por aceptar esta entrevista conmigo.
Norah Jones: De nada.

D: Para comenzar, quiero que sepa que soy un gran fanático de su música, tengo sus tres discos y todos me encantan. Su canción Come away with me fue la responsable de un par de llamadas estúpidas de madrugada, What am I to you es la culpable de algunas tardes de confusión y Above ground me ha hecho llorar.
NJ: Lo siento.

D: No hay problema. Y creo que usted se ve mucho más bonita en persona que en la televisión.
NJ: Gracias.

D: Escogí esta cafetería por varias razones. Una es que me trae muchos recuerdos de personas que han pasado por mi vida. Y otra es porque acá no tienen pie de arándano. Así que puede relajarse. ¿me entiende? ¿Cafetería? ¿Cita?
NJ: Disculpe, no entiendo.

D: ¿My Blueberry Nights? ¿Película donde usted actúa junto a Jude Law, Natalie Portman y Rachel Weisz?
NJ: Ah, ya entiendo.

D: A mí me encantó. Fue una de mis favoritas el año pasado.
NJ: Vamos, no es tan buena.

D: Pero tiene escenas memorables, como el diálogo entre Cat Power y Jude Law, usted y Natalie Portman amaneciendo en la misma cama, las imágenes, la iluminación, usted y Natalie Portman compartiendo cama...
NJ: Okay, ya entendí su punto.

D: ¿Quiere que le ordene un café?
NJ: Un vaso con agua está bien.

D: Puede pedir otra bebida, es que en mi imaginación, cuando por fin tuviera una plática con usted, yo visualizaba a ambos con un capuchino u otro café sofisticado.
NJ: El café daña mi gastritis.

D: Yo también tengo gastritis. Tenemos algo en común. Y qué medicina tomas… bueno, ¿puedo tutearte?
NJ: Prefiero el trato de “usted”, si no le molesta.

D: En absoluto. De “usted” será. ¿Y no quiere probar una champurrada?
NJ: Ya comí una, gracias. No son la gran cosa.

D: De acuerdo. Pues regresando a la película, ¿qué tal besa Jude Law?
NJ: ¿Discuple? No estoy acostumbrada a estas preguntas por parte de un hombre.

D: No se preocupe, yo estoy muy seguro de mi sexualidad. Pero tengo curiosidad.
NJ: Pues es un beso de película, usted sabe que no son reales.

D: Entiendo. Ahora le quiero preguntar algo muy importante para mí. No se imagina lo que cambiará mi vida su respuesta. ¿Cómo es Natalie Portman?
NJ: ¿Cómo?

D: Sí, Natalie Portman. Es que yo he estado enamorado de ella desde hace muchos años. Es como mi amor platónico.
NJ: ¿Usted tiene novia?

D: No. Qué tiene que ver.
NJ: No me sorprende que carezca de pareja. Si en una cita con una mujer, usted le pregunta por otra chica, y hasta dice que es su amor platónico, en ese momento tira esa cita a la basura.

D: Vaya. Acabo de recibir un consejo romántico de Norah Jones. Increíble. Mire, ¿y tiene otra recomendación?
NJ: Yo no hablo de eso. Mi música lo dice todo.

D: Pero con todo respeto, si eso es así, entonces su consejo es amar a alguien sin importar que no sea recíproco, ser melancólicos hasta el hueso y vivir tristes hasta que terminemos clínicamente deprimidos.
NJ: Si esa es su lectura, usted sabrá.

D: Hablando de su música, como le dije, soy un gran fan. Para mí, la vibra del primer disco es “¿por qué no me amas? Buuu, buuu”. De su segundo material el karma es “Ala, amame, ala sí, di que sí”. Pero en el tercer disco siento que usted quiere decir “Hola a todos, soy Norah Jones, escuchen mi música triste de adulto contemporáneo. Ah, y he ganado muchos Grammys”.
NJ: Para nada. Yo escribí y compuse todas las canciones. Además experimento con un poco de guitarra.

D: Hablando de guitarra, en Youtube vi que usted cantó Love hurts a dúo con Keith Richards, de los Rolling Stones. Fue una versión preciosa. ¿Qué sintió en ese momento?
NJ: Sentí que Keith tiene muy mal aliento.

D: No lo dudo. Bueno, creo que usted ya debe retirarse. Antes, le cuento que fue una amiga mía quien me presentó a su música. Ella se llama Wendy y quisiera regalarle estas portadas impresas con su autógrafo. ¿Me los podría firmar?
NJ: Claro. Pero falta el tercer disco.

D: Es que ella no lo ha escuchado, porque cree que usted se vendió a lo comercial con ese disco.
NJ: Ah sí, ¿se cree muy inteligente su amiga?

D: Sí, así es ella. Ya nos acostumbramos.
NJ: Okay, ya debo retirarme.

D: Pues gracias Norah. Solamente me queda agradecerle una vez más por su música suave, la cual me acompaña cuando llueve muy fuerte, cuando nace una fuerte presión en mi pecho y mi vida va en detrimento.
NJ: De nada. Una duda, ¿en dónde se publicará esto?

D: En mi blog, se llama El Aguafiestas.
NJ: ¿Qué? ¿En un blog? ¿Vine hasta acá y perdí mi tiempo por un blog?

D: Pues… las visitas han incrementado.
NJ: Okay, ya no importa. Adiós.

D: Hasta pronto Norah.

Come away with me, en vivo.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Mickey Rourke y el mejor discurso de agradecimiento


La película The Wrestler ha sido hasta ahora mi favorita del año. Es tan humana, tan dura, tan real. Mickey Rourke se ganó todos los premios de Mejor Actor Principal por este filme, menos el Oscar. Ese se fue con Sean Penn.

Pero Rourke, cuando se llevó este galardón en los premios independientes de cine en EEUU, dio un discurso tan… tan… tan al estilo Mickey Rourke, que resulta fascinante. Quienes han visto la película, entenderán mejor los chistes. Recuerden, hay que tomar en cuenta que la carrera de este actor pasó en la basura por 15 años. Se los dejo, es de lo mejor que he escuchado en mi vida.

Mickey Rourke Acceptance Speech Film Independent's Spirit Awards 2009

lunes, 18 de mayo de 2009

Iron Maiden – recuerdos y grandeza


Al ver el documental Iron Maiden: flight 666, tuve dos iluminaciones. Una, el recuerdo. Cuando cayó el disco Seventh son of the seventh son en mis manos en 1989, cuando compré mi primer playera negra y poster del grupo (con Eddie de protagonista), cuando comencé a grabar los demás discos, cuando escuchaba su música e historia en Revolución Rock de la Metrostereo, cuando escuché Fear of the dark por primera vez y me dio escalofríos, cuando mi colegio católico envió a mis padres una lista de grupos de metal “satánicos” para boicotear, cuando me vi obligado a quitar y quemar mis posters y cassettes (afuera de la casa porque adentro podía dejar demonios), cuando me olvidé del grupo luego de un retiro cristiano y cuando hace cinco años me compré el grandes éxitos para recordarlos.

Y la segunda iluminación fue ver la grandeza de esta banda alrededor del mundo. También el conocer como cada ejército Maiden de fans disfruta y sufre las condiciones de su país. En Colombia todos tienen la cara de que ya no soportan las chingaderas de los militares y las autoridades. En India con sus enfermedades y pobreza. En Argentina que son unos engazados de primera. En México con su “Ole ole ole ole, Maiden, Maiden”. En Brasil con su sacerdote de enseñanzas basadas en las rolas del grupo. El ver en el concierto de Costa Rica a dos guatemaltecos conocidos, Pepio y Maynor, robándose la cámara como hard core fans, no tiene precio. Y lo mejor, la energía con que los 6 viejitos ingleses actúan, viven y se expresan, como si tuvieran la mitad de su edad. Aún mejor digo yo.

Por último, a quienes pudieron ver el documental, ¿no creen que la nueva generación de chicas fans de Iron Maiden viene prometedora? Están preciosas las roqueritas con sus blusas negras. No dejemos atrás a las hijas de Steve Harris… que muñecas. Yo me caso.

sábado, 16 de mayo de 2009

La lista y la bruta punketas


Mi primer encuentro con la música punk fue a través de los rechas de los rechas: The Ramones. Entraba en la adolescencia. Su música me gustaba, pero los sentía muy caricaturescos. Luego, bandas como Motley Crue, Guns N' Roses y Megadeth, me presentaron con sus covers a Sex Pistols, The Clash y Misfits.

Era difícil escucharlos a conciencia porque encontrar su música fue casi imposible. Sabíamos acerca de Iggy Pop, pero conseguir sus discos era caro, más para una patojada que paría por conseguir los casets originales y grabadoras de doble casetera. Años más tarde, los grungeros predicaron la palabra del punk, acreditándolos como sus ídolos a seguir.

Fue hasta en el 2001 cuando ya se podían bajar canciones por internet, que ya me dediqué a conocer mejor la vieja y nueva escuela del punk, este movimiento social que terminó como una moda, la cual se recicla cada cierto tiempo. Ejemplo: los Emos.

A La lista y la bruta punketas les entró por escuchar a los maestros de los años 70s, y un poco de nu-punk como The Offspring, Green Day, Zeke y Sleater Kinney. Por cierto, la rola “I wanna be your dog”, con ese riff tan cachondo y esos vocales despreocupados, ¿no les parece fascinante?

viernes, 15 de mayo de 2009

Hoy viernes Tributo a The Police


El grupo The Police nunca me ha gustado mucho, eso sí, los prefiero antes que a su copia tercermundista Maná. Y Sting sé que es talentoso, pero su música la escucharé más atractiva cuando ponga mi propio bar con sección lounge.

El llegue es que hoy viernes, a las 8 PM en Bad Attitude (4 calle 5-10 zona 1) la banda de mi hermano estará tocando un Tributo a The Police, y hay que apoyar al músico de la familia. Además, la cerveza de barril de ahí es deliciosa. Esta banda de mi hermano, que se llama Simbiosis, ya hicieron unos conciertos tributo a Tool y a Pink Floyd, y les salieron muy bien.

Están cordialmente invitados. Nos vemos allá (si no es que la piense demasiado). Q40 la entrada.

Link de la actividad en Facebook:
http://www.facebook.com/event.php?eid=76433041193&ref=nf

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Con razón llovió tanto anoche.
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miércoles, 13 de mayo de 2009

La ficción mata carita (final)


Entramos a la habitación. No era mayor cosa, pero la cama se miraba limpia. Eva me prestó Q25 para alcanzar los Q100 que valían las 3 horas en el nido de amor. Yo desconocía que no aceptaban tarjeta de débito o crédito, y solo eso cargaba. Dejé mi celular a propósito adentro del carro para evitar ser molestado. Eva entró al baño. Mientras esperaba, no sabía qué hacer. Prendí la televisión para ver porno, pero la imagen no creí diera una buena impresión. No quiero ser muy gráfico, pero la película mostraba a dos hombres semidesnudos y a una rubia de rodillas. Apagué la caja tonta.

Me acosté en la cama y desabotoné mi camisa, me quité el cincho y el pantalón. Luego me volví a poner el pantalón y abotoné la camisa. Después me desabotoné la mitad de la camisa y bajé el zipper del pantalón. La verdad no sabía qué hacer. Solo podía imaginármela saliendo del baño en ropa interior seductora. Para mi sorpresa, salió vestida todavía. “¿Por qué no prendes la tele?”, me preguntó. “No creo que desees ver a una señorita haciendo gárgaras, y no precisamente con enjuague bucal”, respondí. No entendió el chiste, pero cuando encendí la televisión y expliqué, le saqué una gran carcajada. Me vio. Se recostó en la cama conmigo y comenzó a besarme, a acariciarme la cara, el cuello, los brazos, el pecho. Y yo que no tenía un contacto físico en tanto tiempo. Y ella que besaba como las diosas.

“¿Tienes los preservativos?”, me dijo frenando los besos. Que idiota, los había dejado en el carro. Le prometí no tardar y fui al traerlos corriendo y agarrándome el pantalón con una mano. Estos paquetes los había pasado a comprar antes de reunirme con ella. Eran unos de larga duración y otros tropicales, para los postres anticipados.

Vi mi celular y tuve la corazonada de chequearlo. Tenía 15 llamadas perdidas y un mensaje de texto. Todas las llamadas de mi ex novia, y el único texto decía “quiero hablar contigo”. Me senté en la grada afuera de la puerta del cuarto. No lo podía creer. La llamada que esperaba hace 7 meses, precisamente en ese instante la encontraba. Yo no tenía saldo, pero sabía que si entraba una llamada y yo contestaba, la plática se extendería por horas.

La luz del teléfono se encendió, su última llamada estaba entrando. Mientras decidía contestar o no, yo recordaba mi noviazgo, lo tanto que me gustaba, nuestros juegos inventados y lo infeliz que era a su lado porque vivía confundida si me quería o no. La última vez que hablamos fue para decidir si quería quedarse conmigo o dejarme. No me contestó y supuestamente, siete meses después, me llamaba para darme la respuesta. ¿Es ya muy tarde? ¿Todavía hay tiempo?

Estaba confundido. No sabía qué opción escoger y cuál desperdiciar. Abrí la puerta del cuarto, desconcentrado, para hablar con Eva. Ella me esperaba en la cama, ya sin ropa y con la mirada más penetrante que había visto en mi vida. "Vení pues", dijo con ese tono de voz enloquecedor. Lo decidí en ese instante. Tiré el celular, tiré mi ropa, tiré mi cuerpo a la cama y me tiré a esa mujer. No contaré detalles, pero puedo compartir que el menú de esa noche, sin orden específico, fueron 6 cervezas, 3 sudoraciones divinas, 2 paquetes vacíos y 2 hamburguesas, pero sin papas fritas porque las frituras dañan al corazón. Así terminó esa noche inolvidable de viernes, donde la envidia se convirtió en placer.

Ya pasaron semanas y no he hablado con mi ex. Mi amigo "el compai" hasta me compró una medalla de honor al mérito, de chicle por supuesto, pero el significado es lo que vale. Yo me siento de maravilla. Y Eva me comentó que tal vez regresaba con su novio y sería para casarse de una vez por todas. Me lo dijo anoche, en su casa, mientras nos vestíamos y fumábamos unos cigarros de su madre, quien estaba de viaje. Yo le aconsejé que lo platicaran, que no esperara siete meses para hacer su llamada. Uno no sabe lo que le espera en el camino. Y como dice Facundo Cabral, “a la mesa y a la cama, solo se llama una vez”.

lunes, 11 de mayo de 2009

La ficción mata carita (parte 3)


La plática estaba genial. La confianza mejoraba gracias a lo abierto de nuestras mentes esa noche, y todas las cervezas que tomábamos. Si yo decía blanco, ella gritaba negro con manchas amarillas. Era una mujer graciosa y se reía de mis chistes. Me contó sobre su vida sin tanto preámbulo. Encantador. Tenía 27 años, acababa de terminar con su novio con quien por poco se casan, vivía con su madre y conocía a mi amigo por trabajo.

“Nuestro compai, así le digo a tu amigo, creyó que te ibas a rajar y se animó a contarme sobre ti y a enviarme una foto tuya, por eso decidí llamarte. Me informó que llevas más de 7 meses de no tener relaciones sexuales, ¿es cierto?”, me comentó ella. Una de cal y una de arena del compai pendejo. Le respondí que era verdad y le relaté un poco sobre mi ex novia, sin caer en detalles. A raíz de la maldición de la falta de sexo, le entramos a los temas íntimos, pero ella siempre molestaba con mi tiempo de celibato forzado. “Que casualidad, yo tengo 7 meses de no besar a alguien… no te creo, yo llevo 7 meses de no ver porno…”, eran sus bromas. Me tenía contra las cuerdas.

El momento clave fue cuando bromeó “tengo 7 meses de no comer una hamburguesa”, porque se me ocurrió la propuesta que le dio el giro a la velada. Me tiré al todo o nada. El valor lo tomé seguramente de las cervezas. “Yo conozco un lugar que vende unas hamburguesas deliciosas, pero las llevan al cuarto y se sirven en la cama. ¿Quieres ir? Yo invito”, le dije.

Dejó caer su botella vacía a la mesa, la sonrisa de su rostro se borró y me lanzó una mirada cortante. Ni modo, quien no arriesga, no gana. Y parecía que en ese instante yo vivía la derrota encarnada. Preparando mis palabras de disculpas y despedida estaba, cuando ella tomó su bolsa, su chaqueta, se levantó y dijo “pero en tu carro, yo no tengo mucha gasolina”.

Mi bluff fue acertado, porque nunca he comido hamburguesa en un motel. Por suerte, uno nuevo de dueños coreanos quedaba cerca. Ofrecía 10 habitaciones. Buscamos… la Uno está ocupada… la Dos también… la Tres igual… la Cuatro en limpieza… y así llegamos a la Diez, también indispuesta. Maldito viernes día de pago de quincena, todos querían un poco de cariño y lo podían costear. Quise rezar para conseguir un lugar, y lo hice, con un poco de vergüenza. Milagrosamente, la mucama del Cuatro salió y nos hizo señas que podíamos entrar. Lo sabía, el número cuatro siempre ha sido el de mi suerte.

(Continuará).

domingo, 10 de mayo de 2009

El valz triste


Los seis primeros trastes se veían gastados. Varios golpes en el brazo y el cuerpo. Calculo tenía unos 30 años de uso. Esa guitarra era el instrumento con que el señor nos tocaba “Un valz para una madre”. Yo nunca le había puesto tanta atención.

Me impresionó el nivel de melancolía. Mi hermano, quien es músico, estaba fascinado con el sonido de la guitarra y de la voz cansada y gastada del hombre. Terminó. Le aplaudimos. Le pagamos. Yo me sequé una lágrima de cocodrilo.

“¿Y quién escogió esa canción tan triste? Agradezcan que no hice el Harakiri aquí en la mesa”, dijo mi madre colocando los dientes de un tenedor en su pecho.

“De nada mama”, le contestamos. “Feliz día de la madre”.

viernes, 8 de mayo de 2009

La ficción mata carita (parte 2)


Regresé temprano a casa con el número telefónico apuntado en una servilleta. “Se llama Eva, este es su cel, no la vayás a cagar”, me escribió mi cuate. Eran a penas las 8 de la noche. La quería llamar lo antes posible porque las ansias me estaban produciendo dolor de estómago. No estoy acostumbrado a hacer este tipo de llamadas. ¿Qué le iba a decir? ¿Cómo la iba a invitar a salir de la nada?

Mi celular sonó, era un número desconocido. Contesté, pensé me daría tiempo para pensar algo. “Hola, soy Eva”, me dijo una mujer con voz grave. No solo quedé sin aire, sentí un escalofrío como no tenía en años. “Me dieron tu número. Nuestro amigo tenía miedo que no me fueras a llamar. Estás súper recomendado niño”, confesó. ¿Qué tanto le habrá dicho aquel? ¿Por qué me dice "niño"? Mejor ni lo quise saber.

Fue muy directa desde el principio. “Estoy en un café cerca de mi trabajo, me quedé en juntar con una amiga, pero canceló. Así que si no tienes planes ahora puedes venir a acompañarme”, fue la invitación. “Dame la dirección, voy enseguida”, fue mi respuesta.

Llegué al lugar, pequeño y acogedor. No miraba a ninguna mujer sentada sola y me enfadé al darme cuenta que no le había preguntado sus características. No sabía a quien buscar y el café estaba lleno. Di unas vueltas buscando a una señorita sentada a solas. No la encontré. Mi saldo de celular había caducado. Rápido caí en la cuenta “ese hijo de la gran puta, me hizo una broma, muy a su estilo. Maldito… que cagada se dio en mí”. Me resigné, escogí una silla y le pedí al mesero una cerveza. Que estúpido fui, no era la primera vez que caía en algo así.

En esos momentos se me vino a la mente mi ex novia, quien prometió 7 meses atrás que me devolvería una llamada, esa para responderme si decidía quererme o dejarme por completo. Si estuviéramos juntos, yo no pasaría estos problemas. Traspiraba frustración. No era la manera en la que imaginaba pasar mi viernes por la noche. La cerveza llegó. Me la entregó una mujer, alta, blanca, delgada, de pelo corto y muy sonriente. “Gracias señorita”, le dije. “Que seriedad niño”, respondió una voz grave con una fuerte risa. Era ella. Era Eva. Era guapísima.

(Continuará).

miércoles, 6 de mayo de 2009

La ficción mata carita (parte 1)


Regresaba del baño. Ahí estaba en la sala de espera del restaurante, un joven flaco, moreno, vulgarmente normal, como tú o como yo. A su lado una mujercita muy muy muy guapa, con buen cuerpo, de piel blanca, cara linda con poco maquillaje y cabello negro. Es el arte de la suerte. Me senté con mi amigo. Había mucho refill de café acompañado de historias y quejas para esa tarde.

La pareja de la bella y el normal se acomodaron en la mesa frente a mí. Como de costumbre, examiné posturas, miradas y otros movimientos; mientras mi amigo iba por la mitad de la historia sin fin, o mejor dicho, el relato de la nueva tontera de su esposa.

Los enamorados me desconcentraban. El moreno acertado comenzó a besarle la frente, el párpado, la mejilla. Ella solo cerró los ojos y se entregó a la muestra de cariño. Yo no podía dejar de verlos, pero sentía como si me estuvieran espinando las costillas. Algo inusual en mí.

Luego él la tomó de la mano e inició un recorrido labial por sus dedos, a lo que ella respondió igual. Me dio un poco de calor, un poco de dolor de pecho, un poco de envidia. El momento de la explosión fue cuando ella, sin previo aviso, introdujo el anular de él en su boca.

“Ala gran puta, cambiemos de lugar mano”, le dije perturbado a mi amigo. Él se asustó y volteó a ver, percatándose del espectáculo. “Compai, ¿desde cuándo a vos, mi voyerista estrella, te molesta que una pareja se demuestre amor en lugares públicos?”, me cuestionó.

Le respondí que no sabía, que no era la primera vez en el año que me sucedía. “Compai, lo que vos necesitás con urgencia es una buena revolcada, a mí me pasaba lo mismo antes de casarme”, comentó sacando su teléfono celular. Añadió “si tenés suerte, ahora me responden un mensaje de texto y vos tendrás que hacer el resto”. Envió las palabras “vos venenosa, saldrías con un mi compa soltero y ganoso”. En menos de 15 segundos recibió la respuesta “va, kien S y komo S”.

Repentinamente, me molestó el estómago y me dieron ganas de ir al baño de nuevo. ¿Era cierto todo eso? “Bueno, mi amigo David el soltero más aburrido que conozco, haceme el cupido más orgulloso de Guatemala. Ella no es prostituta, no te asustés, pero digamos que es una amiga muy juguetona. Este es su número, llamala tranquilo cuando regresés a tu casa, ella va a estar esperando tu llamada", me aconsejó.

(Continuará).

lunes, 4 de mayo de 2009

La Chica Hooters 2009



¿Qué hace un supuesto “feminista” en un concurso de “belleza” en Hooters? La respuesta es: mitad trabajo, mitad diversión con amigos. Creo que a veces es sano sacudir la testosterona y quitarle la correa al instinto.

Quiero compartir estas fotos con todos y todas. Los hombres que disfruten un poco de belleza física. Las mujeres que tomen en cuenta los trajes para proponérselos con sus hombrecitos en otra ocasión. Porque es bueno proponer, pero para un hombre es mucho mejor que se lo propongan. Como que se siente más juguetón y nasty.

El viernes 24 de abril se celebró el Hooters 2009 Bikini Contest, para elegir a la Chica Hooters de este año. La ganadora y quien más me gustó fue Sonia (enfermera en las fotos) y el segundo lugar fue para Vivian, la favorita del público. Ahí van.


Pie de foto: Vivian, quien practicamente enloqueció al público con su traje de mujer policía. Válgame dios.


Pie de foto: Susan, mi favorita y la ganadora del evento. Felicitaciones.














Pie de foto: Acá con Adda, para mí la más bonita de las meseras. Aunque no nos atendió, fue muy gentil conmigo al tomarse una foto. Me recuerda a Michelle Branch. Gracias a Klavaza por tomarme esta foto.

domingo, 3 de mayo de 2009

Cómo romper con tu novia en 64 sencillos pasos


Un vídeo animado muy gracioso y tan cierto. Yo voy exactamente antes de la fase 3 y espero no comenzarla. Gracias a Giovanni por mostrármelo.

viernes, 1 de mayo de 2009

En el día del trabajo, no voy a hacer ni mierda


Hoy 1 de mayo, día en que se celebra el día del trabajo, haré todo lo contrario. No trabajaré, no saldré de mi casa, no me bañaré. Dormiré hasta medio día. Veré en dvd la película Che, el argentino, me llega Benicio. Escucharé de principio a fin un disco, cualquiera. Creo será el OK Computer de Radiohead o el acústico de Alice in Chains. Son meses ya de tenerlos empolvados.

Seguro me darán ganas de llamarla, de platicarle y preguntarle qué está haciendo. Pero me arrepentiré por miedo a que me pida que la vaya a ver, porque hoy no tendré ganas de nada. También desearé llamar a este amigo con quien no hemos hablado en meses, porque ya no tenemos nada en común para conversar. Cambiaré de idea al marcar su número, porque seguro me invitará a salir a algún lugar, pero casualmente hoy no estaré disponible para nadie.

Bloguearé un poco, porque hay algunos comentaristas nuevos que me dan mucha curiosidad y los quiero conocer. Haré un nuevo playlist para el mes de mayo, será La Lista y La Bruta Punketas, puro punk clásico y neo. Por último, analizaré si voy a ver el partido del Real Madrid contra el Barcelona. Tengo años de no disfrutar un clásico, porque para un pacifista no es agradable desear quebrarle una botella de cerveza en la cara a un simpatizante merengue.

Esos son mis planes, veremos como Dios se encarga de desbaratarlos esta vez.