jueves, 29 de octubre de 2009

Crónicas de Rio – “¿Buscas bebida, diversión… amor?”


Me han preguntado ¿por qué escribís solo de mujeres y sexoservidoras brasileñas? ¿Acaso Rio de Janeiro no tiene personajes, paisajes, otras historias? Pues sí, confieso que también están los porteros de las barrashow, o bares como les llaman allá.

Vestidos de traje y peinados con mucha gel, parecen personajes sacados directamente del programa Los Sopranos. Hablan quedito, casi susurrando. En dos segundos llaman la atención y crean una burbuja de confianza. Yo, un turista solitario con cara de curioso (o de baboso), era la presa perfecta para ellos.

Se me acercaban arreglándose la corbata y me trataban como si fuéramos amigos de infancia que hace años no nos veíamos. Siempre con una sonrisa, muy frescos, muy fraternales. “Hola amigo, ¿de dónde eres?”, era la frase con la que me abordaban mientras me daban sus volantes. Siempre había una pequeña plática antes de la invitación a conocer las instalaciones. La que más me gustó fue “¿Buscas bebida, diversión… amor?”, de un portero quien casi él mismo me pagaba para que entrara. Era jueves, noche de poca clientela.

Lo interesante es que ninguno ofrecía desnudos o streaptease, aunque sí lo fueran. “Es baile de samba”, decían. Los posibles clientes les preguntaban “¿pero se desnudan mientras bailan?”. El portero lo afirmaba. “Entonces, es streaptease”, confirmaban los futuros clientes. Los porteros se quedaban viendo con la vista perdida por unos segundos, y luego decían “para verificar, mejor entren y vean por sus propios ojos”.

Mi favorito fue uno encargado de un bar donde se plantaron por unos minutos dos policías, tamaño XL. El portero siguió invitando a entrar a los caminantes. “Pero ahí está la policía”, le dijo un grupo de extranjeros. Él sonrió y dijo que eran amigos, apagó su cigarro y se acercó a ellos. Iba a abrazar a un policía, pero se arrepintió. Luego le iba a poner su mano en la espalda de la autoridad, pero la dejó a 10 centímetros de distancia. Se volteó y les dijo “somos amigos, confíen en mí”.

Daban ganas de invitarlos a una bebida y que relataran algunas de sus historias, me imagino deben ser increíbles. Saludos a los porteros de Copacabana.

7 comentarios:

Issa dijo...

Saludos a los porteros pue... :)

Hikaru dijo...

Saludos a los porteros y para tu regreso (¿regresarías no?) les pedis que te cuenten unas cuantas historias :)

Corazon de STONE dijo...

Lindo relato... pero no contaste que te parecieron las mujeres... te dieron diversión? amor? jajajaja
Saludos David!

Fabian.

Abril dijo...

Abrazos miles.. pa cuando regreses!

Prado dijo...

Suenan tipos rudos. Admírolos. Saludos! Salve.

David Lepe dijo...

Issa: Saludos pue... Gracias.

John: No gracias, tal vez a la próxima.

Hikaru: No creo regresar seño... eso fue la oportunidad única en la vida. Gracias.

Fabian: Las mujeres, pues había de todo. Y no me dieron nada, igual no buscaba nada. Money talks. Saludos.

Abril: Gracias, regresé en septiembre, un abrazo mujer.

Prado: Sí, dan ganas de escuchar sus mentirotas y casacas. Saludos hombre.

Peter dijo...

Brasil, destino soñado... y los bares, espejos al fin.

Saludos.