miércoles, 4 de febrero de 2009

Hamburguesas, café y muchas historias


Con que así es un diner gringo entonces. Detroit me lo presenta. Mesas con manteles de cuadros y en la barra comiendo o tomando café personas solitarias. Adornos viejos, unos clásicos y otros antiguos pero porque no los han quitado desde navidad, navidad de hace años, como un arbolito, frostis y unas luces. Entre los adornos está un poster de Elvis Presley, y un afiche anunciando un concierto de Buddy Holly, Chuck Berry y The Platters, en el Palace Center de Nueva York, junio 7 de 1958. La entrada $3.

La radio, con mucho volumen tiene el programa Sunday Night with Alice Cooper, así es, el mismísimo demonio del rock teatral con un su show radial. Puso buena música, Elvis, Floyd, Santana, Stones, Queen, Hootie y Young. “Por qué me gusta tanto Neil Young, si su voz es horrible”, comenta y canta Cinnamon Girl imitándolo y burlándose.

Suena el teléfono. Contesta la mesera, una canchita, gordita, con un gran tatuaje en en la muñeca y con cara de amable. “Si es mi mujer, yo no estoy acá”, advierte un afro americano ya bastante viejo sentado en la esquina. “Es para usted, pero no es su esposa”, le dice la mesera.

Él contesta la llamada. “¿Qué quieres que haga?, está bien dale café, no servirá pero si quieres, hazlo”, grita y cuelga. Se voltea y dirige a mí. “¿Por qué creen que dándole café a un borracho van a arreglar algo? Lo único que se logra es crear a un ebrio muy despierto”. Le respondo que tiene un punto valioso.

El reloj de I Love Lucy da las 8 de la noche y ya hace hambre. Me siento en la barra y pido el especial del día, el cual es un Reuben Sandwich, no estoy seguro de qué se trate, pero estoy abierto al aprendizaje. También ordené, en honor a la película, un pedazo de blueberry pie, sí, de ese mismo que se chorrean Jude Law y Norah Jones.

Alice Cooper lee unas cartas de sus oyentes. La última llama la atención. “Tu programa es genial, pero deberías poner más Zeppelin”, dice la carta. “Qué demonios, es la tercera persona que me escribe eso en la semana. ¿Qué, los cds de grandes éxitos de Led Zeppelin se agotaron?”, responde irónicamente.

La plática adentro del lugar continuó con el afro americano, la mesera, otros clientes y el cocinero. Mi inglés fue muy tropezado, pero entendible. Hablamos del frío, del trabajo y de parejas. Qué buena vibra y la comida estuvo deliciosa. Durante mi corta estadía en Detroit bajé a cenar y desayunar en varias ocasiones a este lugar, llamado Luci and Ethels Diner and More. Y pensar que esa primera vez entré solamente para preguntar dónde quedaba el Hard Rock Cafe.

9 comentarios:

Wendy García Ortiz dijo...

Este David Lepe es el que me cae bien y al que siempre busco en el blog. Ojalá lo encuentre más seguido!!! ;o)

DRAMA QUEEN. dijo...

Hola David!

esta entrada me ha encantado!
me gusta Alice Cooper y me has hecho recordar varias cosas al leerte con esa forma de describir las situaciones.

Saludos!

Diana

Allan Martínez dijo...

Excelente crónica... Me gustó. Bien muchacho aplausos.

el Kontra dijo...

Buena recomendación master, ahí por si algún día caemos en la motor city, ya sabemos a donde ir. ¿qué tal de frío? Saludos men.

M dijo...

Awwww... tantas cosas!
1. Qué bueno que Jhon Jemima, mi cocinero y mano derecha te haya tratado bien en mi diner vos, le dije a Ethel que te encomendaba mucho si llegabas y que todos te trataran muy bien... :D (no pude evitar lo del nombre del diner jaja)

2.Lo del blueberry pie fue un detalle tan bueno vos, qué lindo, me llegas!

3. Es como una escena de una película lo que relatas, muy buena, el extranjero que va de paso por el pueblo e intercambia palabras con algunos nativos jaja

Saludos!!!

Gabriel Arana Fuentes dijo...

Muchas veces me pregunté que se sentiría estar en el cuadro de Edward Hooper, Nighthawks.... (http://eaobjets.files.wordpress.com/2008/03/hopper-nighthawks.jpg) pero veo que te adelantaste. En ambas fotos, no te ofendás, no parecés ajeno a ese lugar. es como si siempre hubieras permanecido ahi.
¿Y que era la comida?
¿y que más dijo el negro?

jajaj buen relato. me gustó, te interrogaré más adelante.

Gabriel Arana Fuentes dijo...

lo siento debo decirlo.

el detalle ese de de la cinta esa....

mano te subís a un pedestal y como que por inercia o por deseo autodestructivo te lanzás al vacio ¡con una velocidad! pero bueno ya te lo reclamaré en persona.

David Lepe dijo...

Wendy: Todo cambia, para cambiar y volver a cambiar. Ya lo platicaremos.

Clandestina: Gracias. A mí también me gusta Alice Cooper, por eso sentí tan especial escuchar sus comentarios en la radio, en vivo.

El Vigilante: Gracias. El post de mañana está parecido a este, solo que un poco "loser".

el Kontra: El frío fue horrible. Los últimos días fueron los más fríos en Detroit en 20 años. Menos 30 grados. Doloroso, pero sobreviví.

Lunatika: Que comentario tan chilero, gracias. Pues así me sentí, el outsider. Bien especial.

Gabriel: Lo de que no parezco ajeno al lugar, me gusta, no me molesta. Y sí, yo también quería vivir eso de cenar o tomar un café en uno de estos lugares.
Tu segundo comentario no lo entendí... pero ya me lo dirás en persona. Llevaré armadura pesada.

el VERDE !!! dijo...

Yo quiero entrar al café de la lica My blueberry nights!!! Me fascinan esos tipos de postre mmmm.