lunes, 28 de noviembre de 2011

Pearl Jam en Costa Rica - y el fino taladro de nostalgia


Suena el estridente sonido de Go y todos nos volvemos locos. El ritual comienza. Pearl Jam toca tierras centroamericanas después de 20 años de existencia (e ingenua espera). Somos parte de la gira PJ20. Siguen Animal y Corduroy (gracias). Luego una de las más esperadas por mi: Unthought known, para cantarnos “See the path cut by the moon, for you to walk on,... See the waves on distant shores, awaiting your arrival”. La punqueta Comatose se convierte en la única representante del discazo del aguacate, misma que deja el paso libre para los himnos Elderly woman behind the counter in a small town, Given to fly y The Fixer, así los más de 30 mil fans tenemos la oportunidad de cantar o gritar las rolas. Los ticos son un público cantor, más que mosheador o porrista. Elderly woman la canto con Mauricio, como lo hacíamos en 1,993 en su casa, en el carro, en todos lados. Parece como si un fino taladro de nostalgia se introduce en mí.

Surge la primera sorpresa, la total grungera Deep, y McCready intenta dejarnos sordos con su guitarra. Le sigue Jeremy para deleite de todos quienes cantamos a la par de Eddie, porque esa nos la sabemos, tenemos dos décadas de estarla cantando, preparándonos para este momento, con todo y los gritos finales. Segunda sorpresa: Supersonic, esa alocada y atractiva rola del Backspacer. Llega el turno de Evenflow y Mcready nos deleita con un solo exquisito, ideal para acompañarlo con un cigarrito, pero no fumo, igual que casi todos los ticos, pero en ese momento hubiera matado por uno. Todo el grupo prendido, hasta Stone salta y se mueve. El taladro no se detiene.

Tercera sorpresa: You are, distorsionada composición del bataco Matt Cameron en Riot Act, suena caval y es la única rola en la cual todo el Estado Nacional queda en silencio, no se la saben, pobres ellos. Y el primer set termina con obras patrimonio cultural de fanclub de PJ: Daughter, Why go y Rearviewmirror. Respiramos un poco, el taladro sigue su camino.

El primer encore abre con la bendita Just breathe, y va el primer lagrimón. “Tengo tres semanas de no tomar de la mano a mi pareja, y me doy cuenta de la importancia de tomarla de la mano”, dice Eddie, o algo así, y sus palabras me llegan, unos días sin tomar a mi novia de la mano ya me pega, es verdad. Sigue la emotiva Oceans y la desequilibrada Do the evolution, durante esta última un ingenioso rebelde en el público prende una bengala y un grupo de mosheadores bailan y saltan a su alrededor, como una ceremonia tribal, primitiva, lo más bajo de la emoción, del ser. Bello. Sí, evoluciona nena, no nos queda otra.

Termina este nuevo set con las clásicas State of love and trust, Black y Better man. Durante Black hubiera salido a relucir el segundo lagrimón, pero el monstruoso solo final de McCready me deja estático. Ya ni el “turururú turu rurú” canté.

El segundo y último encore, ese que deja noqueado a cualquier mortal de playera negra, arranca con Last Kiss. Y por si el concierto no fuera lo más intenso imaginable, tocan Mother, esa canción cortavenas de Pink Floyd acerca de codependencia y las barreras de la felicidad. “She won´t let you fly but she might let you sing”, cantamos todos juntos, una celebración del rocanrol, de la vida, el amor, la lucha, las caídas y la vista hacia el cielo.

Para dejarnos afónicos suena Once y Alive. Estamos vivos, más vivos que nunca, a veces la vida vale la pena. Así cantamos con Allan, “we are still alive”, así lo creemos. Y un pequeño mosh en Keep on rocking in the free world no mata a nadie, por lo menos eso deseo cuando mi cuerpo choca con el resto de fanáticos disfrutando la catársis.

Y la balada hendrixeana Yellow Ledbetter clausura la ceremonia. Pearl Jam, amigos, sueños, debacles y calambres en las piernas. El taladro pegó profundo. “Got fuel to burn, got roads to drive”.











Fotos de Mauku y LuisMa.

4 comentarios:

1 dijo...

No es común vivir una experiencia tan intensa y memorable! Gracias por ser compañero y amigo en este viaje! Esperemos podamos repetir algún día verlos tocar otra vez! Un abrazo amigo y muy buena reseña!

Allan Martínez dijo...

Yeeeeaaaa baby. Ahí estuvimos. "Dealtiro" la crónica amigo. No se puede olvidar la emoción. Ayer reproducí el concierto a pura canción de estudio. GENIAL.

Issa dijo...

YEAAAA queremos Rock! que alegre ya me los imagino!

Saludos,

Pedro Alejandro dijo...

Junto a tu post anterior y esto por lo visto cada momento ha sido importante y lo has recordado con una canción, con un disco o con una noticia.
Espero que te hayas pasado una buena vida condensada en 2 horas y pico allá en Costa Rica… y mejor aún en el nuevo Estadio Nacional.
Si a vos Pearl Jam te recuerdo muchos momentos, a mí personalmente me recuerda a un buen amigo, buen copiloto y buen redactor: Vos.