lunes, 28 de junio de 2010

Un peque cuento de fut (primer tiempo)


Detrás de la portería norte se localizaba una casa de tres niveles con un patio grandísimo. Como ganamos el sorteo a la ficha, escogimos cuidar la portería sur, custodiada por una vaca que comía pasto a unos metros.

Aunque la cancha era neutra, teníamos la sensación se ser el equipo local, porque uno de nosotros vivía en esa misma colonia, a cinco cuadras. Sería un partido de vida o muerte, defenderíamos el honor de la sección C de Bachillerato en Computación. Nuestro rival, la sección A, estaba convencida que ganaría. Tenían a dos de los mejores jugadores del colegio, pero confiábamos que el peso de ser visitantes los afectaría.

Nuestro líder y capitán fue LP, dos años más viejo que nosotros, y quien colocándose un pañuelo en la cabeza nos exclamó “bola de serotes, quiero que le hagan huevos. Quien se raje, le damos verga entre todos, hoy ganamos”, y comenzó el partido.

La estrategia se basó en atacar por la izquierda. ¿Por qué? El defensa contrario izquierdo era JC, el más pequeño y delgado de todos. Me tiraron el balonazo por la izquierda, le gané la carrera a JC (sin mucho esfuerzo) y centré. LP paró el balón con el muslo y tiró al marco. Entre risas y chiflidos, la pelota pasó como a 10 metros del travesaño y cayó en la casa de tres niveles. El portero contrario, para nada contento, fue a traer el balón. Tardó 15 minutos.

Nuestra segunda jugada fue parecida. Introducción por la zurda, se la centré a LP, aquel la bajó de pecho, dribló a un defensa y pateó. Volvió a trabar la pelota. Otros 15 minutos pasaron. El tercer ataque fue por el centro, tiré al marco y un defensa lo tapó con las manos en el área. Penalty. El portero alegaba que no lo pateara LP porque no quería ir a recoger por tercera vez el balón. “Si iban a estar con huecadas, mejor ni hubieran venido, vayan a traer esa mierda, ¿qué se creen?”, gritó LP, mientras el resto del equipo me pedía que yo pateara el penalty. Lo decían en vos baja, LP podrá enojarse y enviarlos a la banca.

“Vos LP, voy a tirar el penalty”, le dije. “Dame la bola, quitate, andá mejor a buscar el remate, dejá de chingarme”, respondió. Colocó el balón, se arregló su pañuelo, sonrió y tiró. El balón terminó en el fondo, pero de la casa nuevamente. LP quedó viendo al horizonte y chasqueó sus dedos.

El cronómetro dio en minuto 35 y así terminó el primer tiempo.

2 comentarios:

Cloe dijo...

Esperaremos al segundo.

Abrazo

David Lepe dijo...

Cloe: El segundo es aburrido, pero veré si lo aderezo. Gracias por tu visita.