Un peque cuento de fut (primer tiempo)

Detrás de la portería norte se localizaba una casa de tres niveles con un patio grandísimo. Como ganamos el sorteo a la ficha, escogimos cuidar la portería sur, custodiada por una vaca que comía pasto a unos metros. Aunque la cancha era neutra, teníamos la sensación se ser el equipo local, porque uno de nosotros vivía en esa misma colonia, a cinco cuadras. Sería un partido de vida o muerte, defenderíamos el honor de la sección C de Bachillerato en Computación. Nuestro rival, la sección A, estaba convencida que ganaría. Tenían a dos de los mejores jugadores del colegio, pero confiábamos que el peso de ser visitantes los afectaría. Nuestro líder y capitán fue LP, dos años más viejo que nosotros, y quien colocándose un pañuelo en la cabeza nos exclamó “bola de serotes, quiero que le hagan huevos. Quien se raje, le damos verga entre todos, hoy ganamos”, y comenzó el partido. La estrategia se basó en atacar por la izquierda. ¿Por qué? El defensa contrario izquierdo era JC, el más pequeño y ...