Monólogo-shute Caquerada
Qué lugar tan caquero, solo la finta son. Los meseros se hablan por intercomunicador, el menú es todo brillante. Los precios son de oro puro. Si fuera tan lujosa esta babosada ya me habrían servido por lo menos café de cortesía. Nada, ni un vaso de agua.
Estos cuadros que adornan el lugar parecen importantes, no tengo idea de quién los pintó. No me gustan tampoco, pero arte es arte.
Solo nombres raros de platillos son, la mayoría en otro idioma. Payasada.
Una carta de vinos, cada copa vale bastantito, ni me imagino la botella. Yo acostumbrado a que si el litro de Gallo vale más de 35 quetzales, me ofendo.
Qué gente tan caquera. Solo pajas son. Hablando de viajes, de aventuras mamonas, que la fifí casi se cayó del caballito, que a la fofó le dio diarrea la comida del hotel.
Me asombran, no se aburren de hablar y escuchar tanta estupidez.
Tan mal que tratan a los meseros, ni porque ellos usan tecnología de vanguardia para que su platillo francés sea servido calientito.
Decepcionante.
Y será que yo, sentado acá al lado de estas personas, ¿me veo igual de caquero?
Comentarios
... y a todo esto, qué hacias por alli?.
Es bueno darle chance a todo.
abrazos
sergio: sos chistoso. No era tu casa amigo, en tu hogar solo los españoles creídos me sacan de onda. Nel, es broma.
gabriel: me matás de la risa. Seguiré tus consejos de etiqueta para la próxima (si es que hay).
prodódica: el lugar es de lo más cómodo y la comida deliciosa. Y los precios andan por el espacio sideral, claro. Andaba trabajando, en una conferencia. Gajes.
Vigilante: Pues más que gustos refinados, yo diría estómagos con gastritis. Ahora vos sí sabés de comidas deliciosas, por eso sigo todas tus recomendaciones.
Saludos.