Canté y bailé en mis recuerdos
La primaria la estudié en el colegio Bilingüe San Juán, el cual su carta de presentación era la enseñanza del inglés. Al finalizar cada año, todos los grados realizaban una obra de teatro musical. Se representaban cuentos de hadas a lo Disney o cuentos infantiles, las canciones las interpretábamos con playback y las coreografías las practicábamos durante todo el mes de octubre.
La obra completa era en inglés y se invitaba a los padres, familiares y amigos, como especie de promoción para que los papás pensaran “qué bien habla inglés mi patojo, vale la pena la cuenta de la colegiatura”, y los demás invitados decidieran “deberíamos meter a nuestro niño a este colegio”.
Los alumnos le poníamos todo el corazón a la obra, a las actuaciones, el playback y el baile. Yo no era tan malo, y eso lo pienso porque me encantaba estar ensayando y estar parado sobre el escenario. Me la pasaba increíble. De mis papeles más trompudos, está que fui el novio de Mary Poppins, la mano derecha del rey en El Flautista de Hamelin y el hijo mayor en La Novicia Rebelde.
Entonces, no fue sorpresa para mí, cuando vi High School Musical (o HSM como le dicen los chavitos) en el Disney Channel, y me encantó. La pregunta es: ¿Qué hace un viejo de 32 años viendo HSM? La respuesta es fácil.
Mi primer encuentro fue culpa de Lili, la hermanita de mi novia, quien hace tres años me pidió le regalara el soundtrack de la película para su cumpleaños. Yo no la conocía entonces tuve que buscar en Internet la portada y con impresión en mano, fui a la tienda de discos y se lo compré.
A los meses vi una foto de Vanessa Hudgens, la protagonista. Me casi-enamoré. “A este bombón tengo que ver en acción”, pensé. Una tarde de sábado dieron la película en cable, compré mis tortrix y la vi. No podía creer que me estaba convirtiendo automáticamente en un HSM fan. Las canciones, las competencias intercolegiales, la chavita encantadora.
Unas semanas después, cuando les conté mi descubrimiento a mis dos sobrinitas, de 7 y 9 años, se rieron de mí. Ellas desde el inicio son HSM hardcore fans. Cuando les mencionè el título de mis canciones favoritas de esta película, se sorprendieron, pensaron que yo bromeaba. De vez en cuando cantamos un par al estilo karaoke y las bailamos, igual a la película. Algo fenomenal.
Así que para mí, el estar en el cine viendo HSM3, riéndome de los chistes y emocionándome con la música, no fue sorpresa. Esta película me regresó a esos días en mi vida cuando cantábamos y bailábamos a fin de año, cuando jugábamos fútbol contra otro colegio y cuando soñaba con una mi novia, así como la Vanessa Hudgens, pero no me cayó ni agua del cielo en pleno chaparrón.
Confieso, estas películas me hacen recordar lo bueno de esos años (lo malo no), y me hacen sentir joven.
Comentarios
Uno se vuelve conocedor gracias a los peques que nos rodean.
Ahora tengo un amigo que es fanático de HSM...
luisro: cuando canto con mis sobrinas es un mate de risa, porque un día antes hasta ensayo, y cuando llega el día se me olvidan y las confundo. Un desastre.
villacinda: Gracias por el piropo, ahora esa mezcla de PJ con HSM está raro, pero interesante. A ver cuando me ayudás a ensayarla. jaja.
pero no aguanto mucho los musicales la verdad... a mi viejo sí le encantan, pero yo no heredé esos gustos....
el verde: en la búsqueda del ser y la felicidad, existen muchas puertas. Es interesante conocer cosas nuevas, nuestra personalidad y profesión nos crea tanta curiosidad. Saludos.
Por cierto para que no te sintás abuelito a ver si vamos un día a rememorar las chamuscas en FUTECA!!! Por lo que recuerdo, tenías talento para portero.
Saludos!!1