lunes, 28 de julio de 2008

Winnie Poo – La comunidad gay


Siempre he pensado, el Bosque de los Cien Acres es el ejemplo perfecto de una comunidad gay, y como dice el maestro Jerry Sienfeld, “no es que sea algo malo”.
Sus actitudes, decisiones, costumbres y miradas; las relaciono sin mucho esfuerzo.
Comencemos por Winnie Poo, el gordito gay buena onda por excelencia. Cuate de todos. Es tranquilo, cómodo, junkie de la miel. Es el centro del grupo por su karma positivo (o simplemente porque le pela).
Piglet, el eterno enamorado de Poo, pero el osito no le tira balón al pobre cerdito. Los ojos de este son exclusivos para el gordis amarillo. Su obsesión es tan enfermiza que todos en la comunidad dan por hecho el romance entre los dos, y no se involucran en la relación.
Mi favorito es Igor, el burrito, que por su confusión en sus inclinaciones sexuales, siempre vive deprimido y debe lidear con su baja autoestima. No ha podido aceptarse.
No es feo, ni mucho menos, pero su actitud negativa repela a los demás para intentar un conecte fiable.
No dejemos atrás a los viejos solterones Conejo y Búho, quienes por ser tan exigentes quedaron viviendo solitarios y alegando por todo. No me sorprendería enterarme que fueron pareja en algún tiempo de su juventud, y quedó esa tensión sexual entre los dos.
Cangoo termina siendo la madre soltera que encontró el apoyo ideal en sus amigos de la otra banqueta. En este bosque, nadie la va a estar juzgando como en el mundo exterior.
Ahora su hijo, Rito, representa la inocencia e ingenuidad del ser humano. El pequeño entra a las casas de todos sin la autorización de su madre, salta por todos lados y molesta a sus vecinos, con toda la confianza del mundo.
Y el otro niño, el humano Christopher Robin, aunque todavía es pequeño, es obvio que ya viene con tendencia al otro bando. La compañía de Poo y su mara solamente lograrán agudizar el proceso.
Y por último Tiger, el maravilloso ser anaranjado, el inadaptado por excelencia. Él vivirá donde pueda, donde lo dejen, donde lo soporten. No pienso que Tiger sea gay, pero creo en su poder de curiosidad.

11 comentarios:

zcgt21 dijo...

Que buen relato vos, nunca los habia imaginado asi, siempre sospeche del pooh, pero ahora pensandolo bien despues de leer tu relato, como que son meros volteados.

Edgarín dijo...

Hijoles...hoy si me dejaste en que pensar..... a proposito no se por que no te había puesto en mis links.... que mal cuate soy vaaa....

Pedro Alejandro dijo...

No solo tenes razón con ello sino que la mayoría de caricaturas con la marca Disney tienen ese sello de familia disfuncional, tendencias enfermosexuales y relaciones "diplomáticas". Lastimosamente eso nos lo han dado con cuchara y saboreamos diciendo que es de la gente in, oigase Café Saul. Buen tema para hablar durante un buen tiempo.

Anónimo dijo...

Junkie de la Miel, jajaja. Esa frase vale la columna o he de decir "post"?

Sds.

Sergio

Gabriel Arana Fuentes dijo...

aaaaaaa sioo vos. Yo desde ni;o le miraba algo raro a eso osos cerote vos. si siempre le vi la cara de marica todos andan desnudos, date cuenta, animales coches. jajajajajaja. Seran los integrantes ocultos de YMCA

Anónimo dijo...

Y tardaron casi 20 años en darse cuenta, jajaja...

PROSÓDICA dijo...

Me maté de la risa con este post jajajaj en serio jajaja. Qué ocurrencia (verdad?) más de ahuevo la tuya jajaj.

Concuerdo con Sergio, lo de Junkie de la miel y el cerdito con ojitos para pooh son el top jajaja.

Pocos post me han hecho reir como el tuyo, muy bien escrito. Gracias por la visita, me llegó encontrat tu blog.....por aquí regresaré.

abrazos.

Unknown dijo...

Interesante.,.......creeme q mas de una vez pense lo mismo,,,,,

Anónimo dijo...

Perdón pero ¡qué huevos!. Con razón mi hijo Gabriel me mandó siempre por un tubo cuando le intenté poner a éstos. Es más para mujercitas. ¡Mea culpa!.

Anónimo dijo...

jajajaja...
siempre me imagine algo así..

esta muy bueno tu blog viejo segui adelante.

Michelle Q. dijo...

Yo lo que creo es que tambien nos hemos echo muy malpensados... antes en mis tiempos de nenita, yo ni en cuenta de esas cosas...