lunes, 7 de noviembre de 2011

Midnight in Paris – la fresca fantasía de Woody Allen


Existe un día muy especial cada año desde 1995 en el que veo la película anual del director y escritor Woody Allen. Con más altas que bajas, cada una de estas me emociona, entusiasma y hace soñar despierto. El ritual de ver la creación anual de Allen ha sido gracias a: cronológicamente… Magic Maker, Cinemax, Filmzone, Videocentro, festivalitos de cine independiente y la bendita piratería.

Este año tocó turno de Midnight in Paris (2011), una película que celebra la sencillez que va de la mano con la fantasía. ¿Tú has soñado con conocer a tus ídolos? Verlos en carne y hueso, tomar una copa con ellos, discutir de sus propios logros y fracasos. Ya con Deconstructing Harry (1997) Allen nos había dado una muestra de cómo maneja el rollo de mezclar la fantasía con realidad.

También nos muestra caminatas, esas en que no importa dónde empiezan o terminan, pero sí el trayecto, el tiempo, el paisaje, la plática y por supuesto, la compañía. Esas caminatas que están el peligro de extinción. Esos sueños de caminar, conversar, sonreir aunque sea por unos minutos en esta vida. Lo que había mencionado: soñar despierto, y que sea tan real que hasta sintamos su aroma, su aliento.

Ahí la ven, está recomendada.

3 comentarios:

gretelx dijo...

Ya la vi! Me encantó! Sumar a mi debilidad por Woody Allen, mi debilidad por Owen Wilson... demasiado!

Prado dijo...

La quiero ver. Gracias por la reseña, míster, un abrazo.

Wendy García Ortiz dijo...

A mí me encantó la breve, pero efectivísima actuación de Adrian Brody. No necesitó maquillaje ni disfraz para interpretar al pintor. ¡Qué pilas!