lunes, 25 de abril de 2011

Parece que ya solo nos queda reirnos de la plasta


Tuve la oportunidad de disfrutar este mes las obras cómicas El día que Teco temió y La epopeya solidaria. Ambas muy inteligentes, dinámicas y graciosas; pero unos tornillos quedaron fuera de lugar, por lo menos para mí.

Ambas obras se caracterizan por hacer una crítica al gobierno actual y los partidos políticos. No defraudaron, presentaron sus críticas a través de gags o cortos comentarios como "me divorcio" o "soy patriota". Y la gente se cagó de la risa, sí, de esos malos o raquíticos chistes el público carcajeó como nunca. Ambas salas a lleno completo, las personas entraron al teatro esperando escuchar esas pequeñas bromas del divorcio, las promesas del mundial de fútbol, programas radiales... y las obtuvieron.

Y me entristeció. No eran tan buenos los chistes, tenían otros mejores, pero la audiencia decidió berrear con los temas políticos. Ambos espectáculos se burlan de casi todos los candidatos a la presidencia, algo tan fácil y cansado como abrirse la bragueta y orinar en las calles del Centro Histórico.

Caí en la cuenta: parece que a nosotros, a los guatemaltecos, ya solo nos queda reirnos de los partidos políticos, de sus promesas, sus caras, su publicidad… toda esa mierda, mierda vieja, mierda seca, mierda hedionda.

No lo dudo, muchos de esos mismos quienes rieron en la butaca del teatro, si tuvieran la oportunidad de decirle en la cara lo que piensan a esos polítiqueros, no lo harían. Falta de valor, de ideas o de esperanza. Porque, ¿qué diferencia hará su comentario? ¿O acaso ese político dejará de recibir dinero del narco, dejará de prometer mentiras o dejará su puesto en la pelea por el poder?

Además de burlar y reir, ya muchos tienen el antídoto, el secreto del éxito para las próximas elecciones: votar en contra o dar un voto estratégico. Creo, hace cuatro años se planificó lo mismo, y hace ocho también, ¡y ya vimos qué genial nos fue!

5 comentarios:

Allan Martínez dijo...

Mucha mierda Alex. A parte del voto estratégico o voto en contra todavía no hemos aprendido a votar por el que tiene visión de país y por el momento no hay nadie. Escoger al menos peor tampoco es la solución. Y es que la verdad no hay nadie.

Lucybel dijo...

Mi queridísimo David, sin que se me malentienda, me gustaría pensar que esto solo pasa en tu país pero no es asi, y sin ánimo de bajarle la moral, NI CAMBIANDO el sistema la cosa mejora. Yo acá en mi adorada Bolivia, viviendo un "cambio histporico" puedo decirte que estamos peor

Y encima pasando verguenza internacional.

En el caso de Guatemala son los cómicos los que se hacen la burla de sus representantes

Ah... acá ya no hace falta de gente de teatro, leete esto:

"Imperio inglés” mandó acabar con aimaras y quechuas, según Evo"

(Dios Mio)

Y si no me lo crees entra por acá:

http://www.abc.com.py/nota/morales-dice-que-imperio-ingles-mando-acabar-con-aimaras-y-quechuas/

Cómo que los políticos latinos son una joyita no?

Saludos!!!

Issa dijo...

Que te diré, la Mierda abunda en el planeta y ya es tanta, que ya no aguanta el pobre...

El miedo nos asecha tanto así que decir lo que pensamos puede llevarnos a la muerte por eso "reírnos" parece ser una buena solución...

Nice Post! Saludos!

M dijo...

cuanta razón... Mi única satisfacción de hoy fue decirle a Sinibaldi que odiaba su jingle por haber arruinado mi cumbia favorita. Pero eso no cambia el mundo.

David Lepe dijo...

El Vigilante: Vos lo has dicho, no hay nadie. Estamos jodidos y no tengo idea de cómo ayudar a sacar a este país adelante cuando el sistema en sí es corrupto.

Lucybel: qué pena, tristemente estamos como empatados. No creas que acá son más inteligentes... eso sí, el presidente de tu país es más mediático y famoso, esa es la única diferencia. Saludos.

Issa: Yo sé que a tí no te gusta ser pesimista, así que te agradezco mucho tu lectura y comentario. Abrazo.

Lunatika: Vos también sos una de mis amigas más optimistas que conozco, así que te agradezco tu comentario. Vi tu rechazo al Sinibaldi, yo hubiera hecho lo mismo. Abrazo.