Los amigos de mi novia

Pero ¿de qué putas están hablando? No entiendo nada. Profesión más cabrona la que siguieron estos. Por algo estudié otra cosa, muy lejos de estas casacas. Mejor me tomo mi cerveza. Y ahora ¿a quién pisados pelan? Pobre chava, quien sea que sea, hoy sí la rebajaron “puta, pobre y pelada”. Como si “pobre” y “pelada” fuera insulto. Tal vez “puta”… tal vez.

Que desesperación, ya me terminé la cerveza. A huevos, pido otra, necesito doparme lo suficiente para soportar esto. Ups, todos ríen, no entendí, mejor río también, jajaja. Parece que fue muy gracioso, que buenas carcajadas. Dichosos. “Mi amor, de qué se trató el chiste?” Si pues, más tarde ya no me interesa.

¿Este me está haciendo caras o tan feo es el pisado? Me está haciendo caras… jetudo pisado… ¿o así es su cara? Ya no sé. Decido bloquearlo, tal vez es mi imaginación.

Mejor me voy al baño. “Mi amor, voy al baño”. Tomo el camino largo, no me urge llegar. Que bonitas las paredes, las fotos nunca las había contemplado, la gente en la barra, esta pareja bien acaramelados. Bueno, está bonito el baño, huele bien. Los trozos de papel para secarse son cuadrados. Será que me sale un avioncito de papel. Voy a probar. Sí, este doblez, este otro…

Voy a verme en el espejo con mi sonrisa fingida. Puta, que mal, me veo muy estúpido. Que pésimo actor soy a veces. La voy a perfeccionar. Esta… no, esta… tampoco. Esta…

Ala puta, entraron unos cuates de aquella, se van a dar cuenta que me la estoy pelando aquí. Mejor regreso. Tomo el camino largo de nuevo. Siguen chileras las paredes, la gente, las fotos, los meseros...

“Ya vine mi amor”. Esta pareja se va, y estos de al lado también. Y nosotros parece que nos unimos a la marcha. ¡Al fin!

“¿Qué, ya nos vamos? Ala que lástima, si estaba bien de a huevo…”