Gracias

Suelo elevarme y dejar que la imaginación timonee el rumbo, aunque el mar esté rudo y yo no quiera sostenerme. En ocasiones me pierdo del norte y los disparates controlan mis pensamientos. Pero tú me atraes, me atrapas, me tomas de la mano y me invitas a navegar en la tierra. Sustituir los ajetreos por abrazos, la paranoia por caricias, las lágrimas por los besos. Aunque a veces tardamos mucho en entendernos, eso es nuestra arma y escudo, un atributo para las revueltas, una llamarada para el afecto. Me prometí ser mejor cada día y por ese camino creo ir. Quiero crecer contigo y ser de esas “parejas de viejitos” que vemos en las calles. Gracias por dos años de tu amor y brindo por miles más, porque, como lo bailamos aquel 1 de diciembre, quiero tu amor “ por más de mil años ”.