Las conversaciones con Al Pacino
Lawrence Grobel es un escritor y experto en entrevistas, quien ha trabajado para The New York Times, Rolling Stone, Cosmopolitan, Playboy y Penthouse (las dos últimas publican reportajes, en verdad, así dicen).
Después de un par de interesantes entrevistas publicadas en la década de los setentas acerca de Marlon Brando, este periodista llamó la atención de Al Pacino, quien llevaba años de negarse a la prensa. En 1979, ya convertido en una estrella de Hollywood al haber protagonizado El Padrino I y II, Serpico y Tarde de Perros; Pacino decidió abrir su corazón e invitó a Grobel a su apartamento para realizar una entrevista. El actor fue un entrevistado tosco, brusco, defensivo y desconfiado. No estaba acostumbrado a que le preguntaran tanto sobre su vida privada, pero aprovechó para relatar su niñez, adolescencia, ex novias y primeros papeles en teatro y cine.
Por su parte, Grobel tenía una imagen de Pacino como la de un Michael Corleone, así de frío y calculador, capaz de pegarle un balazo en la frente solo por sentirse incómodo. Ninguno de los dos se imaginaba que esa sería la primera de más de una decena de entrevistas que se darían de 1979 a 2005, y más importante, el nacimiento de una amistad.
Todas estas pláticas forman Conversaciones con Al Pacino (2006), libro el cual carga con dos lecturas distintas: una la de conocer la vida de Pacino como hijo, trabajador de clase pobre del bronx, adolescente rebelde, actor de teatro, estrella de cine, amante, ex amante y hombre encerrado en su rollo. Y la segunda es una cátedra de cómo hacer entrevistas, siguiendo un lineamiento y no asustarse por respuestas abusivas o fuera de contexto, así como investigar a fondo para dirigir la plática y poder sacar lo mejor del ser humano a entrevistar sin importar lo cerrado, prepotente o desconfiado que se comporte.
Un gran libro, muchas grandes enseñanzas. Gracias Pedro.
Y les dejo una anécdota muy graciosa de cuando ganó el Oscar.
Comentarios
Ya no me siento como el tonto que presta sus libros... mucho menos como el que los devolvió jajajaja
JM: A tí te gustaría. Vieras que yo utilizo un par de detalles que le caché al entrevistador. Como hemos hablado, entrevistar es un arte y a veces no se toma como tal. Abrazo amiga.
Pedro: Desde que me acompañò a aquel viaje, lo leí y luego lo repasé. Un libro muy valioso, gracias a vos. Orale amigo.