lunes, 25 de junio de 2012

Suena Polly


Una noche de 2012 llovía fuerte. Yo regresaba a casa en bus urbano y a través de mi walkman escuchaba el final del lado A del Nevermind (1991). Sonaba Polly mientras el agua corría por la ventana. No solo las calles citadinas se inundaban en esa ocasión, mi estabilidad se hundía en segundos. Mis problemas de adolescente me tenían vencido, ya saben, esos clavos de que padres no tienen ni puta idea, de que se va a reprobar una clase, de que alguien perdió un mi buen caset, de que la chica especial dijo que uno es feo. Polly era el soundtrack perfecto, esa canción opaca y torcida definía el momento. Y olía a desagüe, fragancia adecuada para decorar el momento.

Ahora, 20 años más tarde, mientras regreso en carro a casa durante la noche, el shuffle del iPod me tira Polly, esa misma tétrica versión acústica. Los problemas en 2012 no son los mismos de hace dos décadas, aunque tengo la sensación de que el agua seguirá cayendo por mucho tiempo, y continuará su curso sin pedirme permiso. Inclusive, temo de ahogarme en ella. Aunque ya no huele a desagüe, me llega un ligero olor a mierda. Y Polly sigue sonando, como si nada estuviera pasando.

lunes, 18 de junio de 2012

Minireseñas: Norah Jones, Slash, Jack White, Garbage y Chimes of Freedom – The songs of Bob Dylan


Tuve la oportunidad de escuchar cinco discos que esperaba con ansias este año. Aunque encontré un par de frustraciones, no todo está perdido en el campo melómano del 2012. Aquí van estas minireseñas.

¿Lados B de The Fall?
Si existiera el término “menos mejor”, eso sería Little Broken Hearts (2012), de Norah Jones. Por momentos se tiene la sensación que escuchamos los lados B de su precioso álbum anterior The Fall (2009). Le falta agarre, profundidad y nostalgia, razón de tantos Grammy, ventas y fanáticos de esta flamante reina de la melancolía.
Video: Happy pills


Si Dylan es dios, los covers son sus inquietos angelitos
Chimes of Freedom – the songs of Bob Dylan (2012) es una colección de canciones de Bob Dylan cantadas por otros artistas y empaquetado en 4 CDs. Este proyecto no busca que la gente compre los 4 discos, más bien es para que cada consumidor baje de 3 a 10 canciones en iTunes. Hay versiones fantásticas como la de Adele, Dave Matthews Band y Ziggy Marley. Pero después de escuchar estas rolas con la voz de Johnny Cash, como que uno se da por satisfecho.
Video: Make you feel my love, de Adele


Le perdono hasta un homicidio
No solo voy a la mitad de mi libro Slash, también le tengo mucho cariño a este artista. El disco Apocalyptic Love (2012), de Slash, suena como si metiéramos en una licuadora a Aerosmith con The Ramones, y pulsáramos BLEND. Las canciones You’re a lie y One last thrill nos regresan a sus raíces del decadente Sunset Boulevard, donde creció, se hizo famoso y casi muere. Me atrevo a decir que es un disco diseñado para salir de gira.


Jack, te extrañábamos
Jack White, ese gran músico y líder de la desaparecida banda (por ahora) The White Stripes, grabó uno de los discos más interesantes del año. Es un deleite escucharlo porque acopla todas sus influencias, sin saturar. Rock&roll, folk, blues, balada… se escucha de todo durante las 13 canciones.Y como siempre, la tristeza y desamparo en sus letras siguen tan vigentes como desde sus inicios.



Mal uso del reciclaje
Garbage regresó. Eso debería ser una buena noticia, pero se descarta después de escuchar su nuevo disco Not your kind of people (2012). No sé si estoy demasiado viejo, pero soy fiel creyente de que este sonido electro-rock se había enterrado por su propio bien. Es tan saturado y repetitivo que aburre. Y las letras pareciera que las escribió Ashlee Simpson cuando tenía 13 años. Eso sí, Shirley Manson sigue tan hermosa como hace 2 décadas. ¿20 años?, sí, envejecimos.

lunes, 11 de junio de 2012

¿Así o más fan? Gaby Moreno



Había tenido 3 oportunidades para conocer a Gaby Moreno en persona y que autografiara mis discos. Pero no me los tomé muy en serio. No soy mucho de autógrafos o tomarme fotos con famosos, nunca me ha gustado mucho, o no he estado tan cerca de Tom Yorke o Tori Amos… por decir algunos.

Así que la adrenalina corrió cuando tuve la tarea de llevar a la cantante guatemalteca al lugar donde trabajo, para que se sentara a platicar con todos los editores por una hora y al final nos cantara un par de canciones. Todo esto como parte de la edición especial “Gaby Moreno” que se lanzaría una semana después y cuya portada está acá arriba del post.

Después de varios emails pidiendo su presencia, llegó el día de su llegada. Despertó mi ser más pesimista y sentí que quedaríamos plantados con raíces, hojas y abono. Pero arribó puntual, con guitarra al hombro y amplificador en mano (la verdad fue su hermana quien lo cargó).

Ahí estaba sentada con nosotros esta artista que conquistó mi gusto melómano desde la primera vez que la escuché, en 2010. Muy sencilla y honesta respondió todas las preguntas, desde las más sesudas hasta las más campechanas. “¿Tocarías en la boda de un amigo?”, “¿te cae bien Arjona?” o “¿qué pensás del presidente de Guatemala?”, fueron algunas.

Y para terminar nos cantó cuatro canciones en una especie de concierto íntimo con las rolas Mess a good thing, Quizás, Greenhorne man y una versión corta y bluesera de Fuiste tú. Impresionante.  

Al final de la sesión de fotos no me aguanté y metí la cabeza mientras ella posaba con mi amigo Stanley, y luego firmó mis discos. Para ese momento ya había mutado de periodista a fan. A su salida le ayudé cargando al carro su guitarra de los años cuarenta.

Un gran día, existen pocas palabras para describir la sensación de conocer en persona a uno de tus artistas favoritos. Como dijo Eddie Vedder cuando conoció a sus ídolos de The Who: “esperé diez años para conocerlos como iguales, como colegas y no como fanático, y cuando los conocí no pude evitar regresar a ser un fanático cualquiera”.

 Aquí una probadita de la chava: Mess a good thing.
 Y su página web: www.gaby-moreno.com