lunes, 30 de enero de 2012

Un regreso añejado


El cineasta sueco Ingmar Bergman dijo acerca de la vejez “envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena”.

Mis familiares y amigos de 50 años de edad para arriba me dicen que yo actualmente a mis 35 años estoy en la plena flor de la juventud. Mucha emoción y apoyo en esas palabras, pero cada día que pasa se siente todo lo contrario.

La idea de ver cada vez más lejos a la juventud la marcó mi regreso a la universidad este año, en un intento desesperado por cerrar uno de los círculos más fatídicos de mi vida: la carrera. Es fácil decir que me siento viejo cuando llego a la universidad y las chavitas con tacones más grandes que su cabeza suben más rápido las gradas que yo, y jadean menos al final. O que en mi clase nadie me gana en conteo de canas, y que en realidad casi les doblo en edad a varios, o que con algunos actuales catedráticos nos dimos copia en clases hace 15 años. Pero quitando lo obvio, comparto 5 razones por las que me siento cada vez más avejentado cuando llego a la universidad en estos días.

5. Me siento hasta adelante. No lo hago por querer ser nerd, la razón es que ya no escucho ni leo bien de lejos.

4. Veo a la grama recién cortada invitándome a recostar mis nalgas en ella y fumarme cualquier cosa como lo hacía en mi época post-grunge, pero lo único que se me antoja es una silla decente y un café caliente, no de esas basuras frapés.

3. Durante el receso, en vez de que se me venga a la mente la frase “qué montón de gente”, pienso “ah, ishtal infeliz”.

2. Escucho a algunos estudiantes jóvenes hablando muladas y pienso “yo era así, puta, qué vergüenza”.

1. Y cuando me encontraba sentado, descansando tranquilo en una banca, dos patojas de primer ingreso se me acercaron con su voz chillona “disculpe SEÑOR, ¿dónde queda Información?”.

lunes, 23 de enero de 2012

22 Escarabajos – el cuento Beatle


Todos atesoramos más de alguna historia en donde The Beatles ha sido parte esencial. Y si no la hemos vivido, pues la inventamos. El libro 22 Escarabajos, Antología hispánica del cuento Beatle, es una recopilación de 22 cuentos cortos que giran alrededor de esta mítica banda de Liverpool.

Utilizando diferentes géneros literarios como la ciencia-ficción, el falso reportaje periodístico, falso web-log y cuento de terror, los escritores repasan la vida de The Beatles con sus mitos, sus fanáticos, sus tragedias y por supuesto, su invaluable música.

Rock in the Andes relata una inquietante y divertida historia en la que un líder de comunidad en un pueblo asegura que el rock es la música del diablo y The Beatles son los enviados del infierno para destruir al mundo. Él contrata a un lacayo para que aprenda inglés y traduzca todas las canciones de los también llamados Fab Four, así se les facilitará analizarlas y salvar al mundo.

Two Virgins nos presenta a Simón, un técnico en hemodiálisis y Beatle-fan hardore, quien conoce a Lucy en una camilla sufriendo de una hemorragia en el riñón. “Lucy in the hospital with a failed kidney”, piensa al verla. Ella no conoce a The Beatles, ni le interesa saber de ellos. Igual, solamente le quedan algunos meses de vida, si tiene suerte.

Café anacrónico es un sueño o alucinación de una posible sesión de fotos de la portada del histórico Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. El Stage y la revolución es un muy creíble discurso en defensa de la teoría marxista-lennonista, Degeneración JL es un virtual/paralelo origen de John Lennon y The Beatles narra el fallido esfuerzo por la agrupación inglesa en escribir la canción Eduardo del Llano que relataría la historia de un latino, músico, emigrante y maricón.

Y el guatemalteco Maurice Echeverría también participa, encarnando en su propio cuento 33 ladrillos traídos de Liverpool a un viudo atravesando el Lago de Atitlán con su colección de vinilos de la banda, sin saber que pronto correrán el riesgo de perderse en esas benditas/malditas aguas.

Los cuentos también tocan experiencias como la primera relación sexual de un futuro gigoló, primera partitura aprendida a tocar en piano por un niño y el bloqueo creativo de una traumática escritora.

Y como dice una de mis canciones favoritas “Thoughts meander like a restless wind inside a letter box”.

Ficha técnica acá en Sophos.

lunes, 16 de enero de 2012

Los penaltis


El niño que pateaba gritó “soy Cristiano Ronaldo”, y quien paraba en la improvisada portería respondió “y yo Casillas”, aunque con sus colochos de resorte oxidado se parecía más a Marcelo. Los dos hermanos vestían playeras color blanco percudido.

Un portón cerrado era suficiente para imaginar un arco del Santiago Bernabéu. El pequeño Cristiano Ronaldo tiraba unos grandes mameyazos, mientras el portero Casillas / Marcelo intentaba detener los disparos sin dejar caer sus nachos jalapeños. La madre de ambos les dio la pelota de cuero para que no la molestaran mientras vendía café y panitos dentro del edificio S2 por la noche.

A un costado, un canchito de piel blanca como la nieve vestía el uniforme del F.C. Barcelona, con todo y el “Qatar Foundation” en el pecho y el “UNICEF” en la espalda cerca de las nalgas. No olvidemos del cheque dorado Nike-ano a la altura del corazón. Le hervían los pies por integrarse al juego, pero su madre se lo había prohibido. Él le pidió más de una vez permiso para jugar, y ella se lo negó con mucho talento sin dejar de teclear en su iPhone . Minutos antes ella había tirado un par de miradas “chish” a los pequeños jugadores.

El mini barcelonista saltaba y reía viendo jugar a los diminutos merengues, deseando integrarse a los penaltis. Minutos después su madre lo agitó del brazo diciendo “al fin, nos vinieron a traer, ya está oscuro, venite”.

El portero preguntó a su hermano que por qué el canchito no había jugado con ellos. “Es obvio, porque él es del Barsa”, respondió y tiró el último penalti de la noche. Tenían que ayudar a su madre a cargar una cafetera y varias bolsas de pan.

domingo, 8 de enero de 2012

Beginners - y los comienzos del 2,012

Esta es la película que inspira este post.


Y esta es la primera portada del año 2,012.


Y así se ve el primer cielo gris del año.


Y el primer beso del año.


Este es el primer disco que escuché en 2,012 (aunque lo hice en versión digital, carezco de tornamesa).


Mi primer cartucho.


Mi primer capítulo de House en el año.


La primera siesta con aquellos.


Así luce mi primer dibujo mientras hablo por teléfono.


Las primeras bebidas.


Y esta es una de mis escenas favoritas de la excelente película Beginners.


Con todo esto, pareciera que este año no será tan malo.

lunes, 2 de enero de 2012

Lejos, de Gaby Moreno


Cuando todos los medios masivos se rinden ante Rolling in the deep, la mordaz canción de Adele (la cual, mis respetos), para mí es otro tema el que me pegó fuerte en este pasado y antiguo ya 2,011.

El track 10 del fantástico disco Illustrated songs, de Gaby Moreno, se llama Lejos. Pega fuerte y en el centro. La palabra “escapar” significa: “Librarse de algo penoso o perjudicial, eludirlo. Quedar fuera del dominio o influencia de alguna persona o cosa”. Escapar no es exclusividad de cobardes, también un ser libre de culpas lo hará si es necesario.

De eso trata Lejos, una balada triste pero esperanzadora. Escapar al mar a donde se puede respirar, observar, vivir al final. Dejar de fingir. Si la respuesta no está en este cascarón, habrá que salir. Desprenderse de ese vínculo enfermo, el que contagia, el que infecta y daña. Rendirse por estar protegiendo una farsa y dar un paso hacia delante. Y sin dar explicaciones, buscar librarse de esa presión alrededor del pecho.

Y no hay nada más que decir.